Inauguramos el año Verdi en El blog de maac, lo que voy a intentar, al menos es lo que tengo pensado hacer, es ir mostrando arias compuestas para voces femeninas, y empezamos por el principio, un aria de la primera ópera estenada por el compositor de Busseto.
Bellini había fallecido, Rossini se había retirado y los máximos exponentes del belcantismo decimonónico eran Donizetti y Mercadante. Ese es el contexto en el que tiene lugar el estreno de la primera ópera de Verdi, Oberto, conte di San Bonifacio (1839), que, al igual que la última, fue estrenada en La Scala. Oberto tuvo bastante éxito y porporcionó al no tan joven Verdi, 26 años, un contrato para componer tres nuevas óperas.
La acción tiene lugar en el siglo XIII en el norte de Italia. Oberto, conde de San Bonifacio, había perdido una batalla frente a las tropas de Ezzelino. Ricardo, conde de Salingerra, pretende desposar a Cuniza , para él supondrá su ascenso social, ya que se trata de la hija de Ezzelino, el problema es que ya había flirteado con Leonora, hija de Oberto, prometiéndole matrimonio. El despecho de Leonora le lleva a contar lo sucedido a Cuniza. Quien, comprobado que Leonora estaba en lo cierto, decide renunciar a la boda, deseando que Ricardo respete su promesa casándose con la rival. Cuando todo podría solucionarse surge un nuevo problema: Oberto desafía a Riccardo a batirse en duelo para vergar el honor de su hija. El viejo muere en el duelo y Ricardo huye. Al final recapacitará y querrá renovar su promesa de amor, pero Leonora, que ha perdido al padre, optará por ingresar en un convento.
Escucharemos el aria de Cuniza en la primera escena del segundo acto, la joven se encuentra en sus aposentos con sus doncellas, aparece Imelda con la noticia de que Riccardo quiere verla, pero ella no desea verlo, en un ataque de melancolía recuerda cómo fue su ahora marchito amor y dice aquello de Oh, chi torna l'ardente pensiero a¡biei sogni del tempo primiero!... (¡Quién me devolverá los pensamientos ardientes de los bellos sueños del pasado!), después se mostrará inflexible ante la doncella: Riccardo regresará junto a Leonora. En la cabaleta mostrará su firmeza, las promesas deben ser cumplidas, ella misma se encargará de conducir al que fuera su prometido antes la amiga, su amistad con Leonora vale tanto como su amor por Ricardo.
Escuchamos el aria y la cabaleta de Cuniza interpretada en
1971 por la siempre sensual Shirley Verrett, la Nera Callas, como la llamaría la prensa italiana. El aria está precedida de un recitativo acompañado en el que la voz de la mezzo se muestra prácticamente desnuda, aquí se trata de cuidar mucho la articulación de las palabras y mostrar un fraseo variado y sincero, debe también saber adornar su declamado mediante vocalizaciones, regulando intensidades y dosificando cuidadosamente el aire para no quedarse sin aliento, mostrándose, a su vez, expresiva en todo momento, la carga de melancolía tiene que pesar, este recitativo me recuerda mucho a la Leonora de Il trovatore. Pasamos al aria, que exige prácticamente los mismos requisitos: algún trino, buen fraseo, variaciones dinámicas, dominio de la media voz, fiato para sostener largas frases y capacidad para vocalizar y que el canto fluya ligado. Tras un breve pasaje intermedio, con intervención del coro de doncellas, llegamos a la cabaleta, Più che i vezzi e lo splendore, la influencia de Bellini se deja notar, en ella también interviene el coro femenino, el ritmo se acelera y comienza el primado de la imaginación y el ornamento con variaciones en el tiempo y en la intensidad. El papel de la orquesta es meramente anecdótico, siempre al servicio de la vocalidad.Aria de Cuniza: Oh, chi torna l'ardente pensiero?...Più che i vezzi e lo splendore