Anora, una joven trabajadora sexual de Brooklyn, tiene la oportunidad de protagonizar una historia de cuento de hadas cuando conoce al hijo de un oligarca ruso y se casa impulsivamente con él. Cuando la noticia llega a Rusia, su fantasía perfecta se ve amenazada cuando los padres se dirigen a Nueva York para anular el matrimonio.
Si algo ha caracterizado siempre el cine de Baker es la dignidad y humanidad con la que ha tratado siempre Baker a todos estos personajes que son repudiados por la mayoría de la gente. Gente que se cree moralmente superior por el solo hecho de haber tenido mejor suerte en la vida que otra gente. Pero, al fin y al cabo, todos somos gente. Hemos sido, somos y siempre seremos personas que merecen la misma dignidad y respeto, sea cual sea su condición. Y Baker, desde su “privilegio” de director siempre ha luchado para conseguirlo. La última escritura de largometraje pone en foco a Ani, o Anora, una stripper con ascendencia rusa que ha huido de sus raíces y ha intentado ganarse la vida con los bailes eróticos. Para lo que mucha gente pueda parecer un trabajo demencial, para Anora ha sido un refugio en el que ganar dinero y tener una “familia”. Ya desde un principio, Baker, muestra este submundo no como algo horrible y asqueroso, sino un lugar donde muchas chicas han encontrado casi un “hogar” en el que tienen apoyo y una fuente de dinero. La película es vendida como una especie de cuento a lo Ceniciente, como si una chica muy pobre consigue ascender a los cielos y salvarse del terror y dolor que causaba su mundo anterior. Y sí, más o menos es eso, pero no es del todo cierto. La delicada escritura de “Anora” presenta a nuestra protagonista en un mundo cómodo y que quiere y, más importante, la normalidad que solo conoce su protagonista. Sí, ve al joven Ivan como una forma de escapar de ese trabajo y una fuente de ingresos exponencial, pero también cree haber encontrado a alguien que de verdad la quiera más allá de por su cuerpo. Una persona que la quiere como una persona.
La primera parte muestra un nuevo mundo de ensueño. Dinero, diversión y, sobre todo, el aparentemente amor con respeto. Hay una diferencia abismal ente como cree Ani que Ivan le trata y el resto del mundo la ve. Hay un esfuerzo enorme para crear una contraposición de prejuicios y juicios de valor en el film. Y se consigue de forma brillante cuando el eje central del film empieza, con la búsqueda del Ivan fugado tras la inminente llegada de sus padres. Ahí, poco a poco el sueño de Ani se va rompiendo y es un descenso a los infiernos brillante. La construcción de personajes es tan magistral que de verdad sientes todo lo que está sintiendo ella y te dejas llevar por los excelentes personajes secundarios. Cada uno se siente muy real y puedes llegar a empatizar con todos y cada uno de ellos, entendiendo su punto de vista y forma de actuar. “Anora” es un drama que podría ser trágico en manos de otro cineasta, pero el guion de Baker está lleno de un humor muy inteligente, que consigue que rías con los personajes y en ningún momento de su condición, que te lleva de la mano hacia un inevitable final de la aventura. Sin duda, tiene la suerte de tener un delicioso guion con un ritmo brillantemente medido para divertir y emocionar en todos y cada uno de los 139 minutos que dura.
Mikey Madison. ¿Quién es Mikey Madison? Quizás alguien la recuerde por su breve aparición (y brutal muerte) en la última película de Quentin Tarantino, “Érase una vez en… Hollywood” (2019). Quizás otros la recuerden con su casi anecdótica aparición en la cinta de terror de Netflix “Monstruo” (2018). La mayoría la recordará por su papel en el reboot de la saga “Scream” en 2022. Sean Baker se fascinó con ella por ese papel y quiso contar con ella sí o sí para protagonizar Anora. Y vaya buen ojo tuvo. Madison brinda, sin duda, el papel de su corta carrera dando vida Ani. La forma en la que oscila por todas las emociones que va sintiendo la protagonista de la cinta es bien envidiable. No solo eso, sino que dota de una sensualidad y carisma capaz de robar el corazón (y la cartera) de cualquiera que pudiera acercarse a ella.
Madison ha hecho un trabajo previo increíble, no solo aprendiendo bailes y obteniendo una gran elasticidad y habilidad, sino también aprendiendo ruso y hacerlo propio. Madison brinda una interpretación que se queda en la memoria de cualquiera que se aventure a ver el film y, sin duda alguna, se postula como una de las grandes candidatas a arrasar con todos los premios interpretativos el año que viene. Un trabajo totalmente excepcional. La acompañan Mark Eydelshteyn, como el joven Ivan, Karren Karagulian, quién ha colaborado en todos y cada uno de los proyectos del director, interpretando al divertido y explosivo Toros, o el debutante Vache Tovmasyan, como Garnick. La magia de Baker es que puede convertir cualquier actor, debutante o no, en una gran estrella y sabe explotar las habilidades interpretativas de cualquiera, incluso de actores no profesionales, y aquí se nota especialmente con sus secundarios. Todos están muy bien en sus respectivos papeles y, gracias al mencionado guion, se sienten tremendamente reales y puedes empatizar fácilmente con ellos. Pero si hay un secundario que destaque enormemente ante los demás ese es Yuriy Borisov. Borisov viene de colaborar con grandes nombres del cine ruso actual como Andrey Zvyagintsev en “Elena” (2011) o Juho Kuosmanen en “Compartimento Nº 6” (2021). En “Anora” Borisov da vida a Igor, quién empieza siendo uno de los gorilas aparentemente irrelevante de Toros y va creciendo con una construcción de personaje excelente. Su interpretación es muy contenida, pero con ello consigue que sintamos un aprecio y ternura que solo va creciendo con su torpeza y buen corazón. Borisov se consolida como otro gran actor a tener en cuenta en la próxima temporada de premios.Poco más queda por decir de la dirección de Sean Baker. Baker es un director entregado a los actores y se nota. Es en su trabajo con el equipo artístico que brilla más y puede sacar jugo de cualquier actor, profesional o no profesional, para moldearlos y entregar un trabajo a la altura de los más grandes. De sus películas han salido nuevos actores que han seguido haciendo carrera y con “Anora” es bien seguro que pasará lo mismo. En cuanto al trabajo de cámara, Baker siempre ha tenido buen ojo para poner en foco a sus personajes secundarios para hacernos empatizar con ellos y aportar dinamismo cuando la situación lo requiere. No solo en el guion hay cuidado un buen ritmo, sino que Baker utiliza los planos, junto a movimientos de cámara, la mayoría cámara en mano, para aportar ritmo y una sensación de contrarreloj y prisa cuando el conflicto principal se empieza a generar.
Baker es, sin duda, un cirujano de la dirección en la que pone mucha atención, especialmente para hacernos enamorar de sus personajes y contar sus historias de la forma más divertida, emotiva y dinámica posible. En cuanto a la dirección de fotografía, corre a cargo de Drew Daniels, quién ya colaboró con Baker en “Red Rocket” además de encargarse del apartado visual de films tan bellos como “Un momento en el tiempo (Waves)” (2019) o “Llega de noche” (2017). Si algo hace especial la fotografía de “Anora” es que está rodada en 35mm y se nota. El grano característico del formato aporta a la cinta una pátina especial, como si estuviéramos viviendo un cuento de hadas, reforzando la idea de ser una especie de versión moderna de Cenicienta. El equipo de luz destaca enormemente en las escenas de noche (que ocupan gran parte de la cinta), haciendo hincapié en el mundo natural de Anora y el que aspira dominar Ivan. Además, el color está tratado de una forma fantástica y, junto a su formato, hace que verla en cines mejore la experiencia enormemente para disfrutar de su bello apartado visual.El diseño de producción es bastante bueno. Destacan especialmente el hogar de Ivan (y sus padres) y el club de striptease de Anora. Los dos “hogares” principales que poblará su protagonista y que muestran una contraposición divertida e interesante. El diseño de ambos escenarios está cuidado al detalle y ayuda mucho a contar más sobre sus protagonistas sin usar casi ni palabras. También destacan los departamentos de maquillaje, peluquería y vestuario, que han conseguido perfilar y dotar de mucha personalidad a cada uno de los personajes de la cinta, incluyendo hasta al personaje más secundario, ayudando a dar una pátina de realidad a la cinta y hacernos crear que el mundo es real y vivo, aportando vida a cada individuo que aparece en pantalla, especialmente en los dos ejes centrales de la película, Anora y Ivan.
El apartado de la banda sonora es curioso. No hay acreditado un compositor como tal, pero sí que muestra a Keith Joseph Anderson como el músico de la cinta. Aunque la creación nueva de melodías no sea abundante, sí que hay música que ayuda a enfatizar, especialmente, los mundos nocturnos. Aunque sí algo destaca en el apartado sonora de la cinta es la utilización de temas pop conocidos por un amplio sector de los espectadores. Baker siempre ha apostado para no alejar a sus personajes de nuestro mundo, e incluso en el apartado musical busca recalcar esa idea. Es algo que lleva haciendo Baker en muchas de sus películas, y es que la utilización de temas conocidos y que existen en nuestra realidad ayuda a sentir las cintas más reales, como parte de nuestro mundo, y hacernos ver que lo que está retratando es una porción de nuestra sociedad.En definitiva, “Anora” es un excelente cuento de hadas que se sitúa en nuestra realidad, mostrando una parte de nuestra sociedad que mucha gente se empeña en evitar pero que sigue existiendo y merece el mismo respeto que todo lo demás. Un viaje mágico y agridulce junto a su protagonista por el mundo de la noche, los excesos y el sexo, que se disfruta enormemente gracias a su gran ritmo, sus personajes secundarios y, especialmente, gracias a la interpretación de una espléndida Mikey Madison. “Anora” roza la excelencia y se corona como uno de los mejores films del año que dará mucho que hablar. Imprescindible.
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- ##check## Lo bueno
- Mikey Madison. Recordad su nombre.
El ritmo está muy bien cuidado y es super divertida y dinámica.
Sus personajes secundarios. Imposible no amarlos a todos. - ##times## Lo malo
- Puede que los excesos y el sexo constante no sea del paladar de todo el mundo.
El final puede dejar insatisfecho a alguna gente, aunque es muy coherente con su narración.
La banda sonora no cuenta con muchas composiciones propias, aunque es une decisión artística más que justificada.
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- Ambientación 9.0
- Un gran diseño artístico que se combina con numerosas localizaciones del mundo de la noche.
- Desarrollo de Personajes 10
- Un viaje del héroe fallido con unos personajes muy bien escritos y con un desarrollo excelente.
- Argumento / Guion 10
- Muy original propuesta con un ritmo espectacular.
- Banda Sonora 8.0
- La elección de temas populares nunca falla si se tiene buen gusto por la selección.
- Entretenimiento 9.0
- Es larga y no aburre en ningún momento. Divierte y emociona a partes iguales.
- Montaje / Innovación técnica 8.5
- Gran trabajo de montaje, dotando de un muy buen dinamismo, y una dirección de fotografía bellísima.
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- Puntuación Total 9 / 10