En definitiva, nos aguarda un parlamento balcanizado, en el que parece poco probable que los grandes partidos pacten entre ellos, al mejor estilo alemán, y del resto de parejas de baile mejor no hablar.
En definitiva, nos aguarda un parlamento balcanizado, en el que parece poco probable que los grandes partidos pacten entre ellos, al mejor estilo alemán, y del resto de parejas de baile mejor no hablar.