Añoranzas de Batllori

Publicado el 11 enero 2016 por Malama
Pedro Álvarez de Miranda, catedrático de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid y académico de número de la RAE, se queja hoy con razón en carta a algunos de sus amigos sobre el tratamiento dado a su misiva enviada al diario El País publicada hoy mismo bajo el título de Añoranzas de Batllori, que toma como modelo de referencia al ilustre historiador y pensador jesuita, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1995 y Premio Nacional de las Letras en 2001, el catalán Miquel Batllori. Se queja justamente porque el periódico le ha hecho decir, y no por errata accidental, sino por corrección de algún cenutrio —como decía mi padre y dice Pedro— que «Sí, algo sabía Batllori de todos ellos [Ramón Llull, Ausiàs March, los papas Borja y Gracián] y mucho más de historia de la Corona de Aragón y de sus diversos territorios y gentes». Cuando Pedro Álvarez de Miranda había escrito que «Sí, algo sabía Batllori de todos ellos y muchos más, de historia de la Corona de Aragón y de sus diversos territorios y gentes». Esto es, «muchos más» y no «mucho más», y una coma a continuación; con lo que el sentido, obviamente, cambia. Así que Batllori no sabía más de historia de la Corona de Aragón que de Llull o Gracián, no; sino que don Miguel Batllori sabía de los citados y de muchas más personalidades de la cultura de los «Países Catalanes», que es otra de las correcciones que una mente preclara ha hecho en la redacción de ese periódico al que dudo mucho que Pedro Álvarez de Miranda vuelva a enviar otra carta si no hay mañana una enmienda que lo aclare todo. Para ello, transcribo aquí el contenido de la carta, tal y como a su autor le habría gustado leer en El País:
«En estos momentos cuánto se añora —por decirlo con un catalanismo— la figura del historiador pasmosamente sabio que fue el padre Miguel Batllori (1909-2003). Batllori, que, a fuer de liberal, no podía ser nacionalista, profesó un catalanismo que él mismo calificaba de “muy culturalista, casi solo culturalista”. Toda vez que una unidad política de los "Países Catalanes" era y es absolutamente quimérica, rechazaba la independencia de Cataluña para no tener que considerar extranjeros a Ramon Llull (mallorquín), a Ausiàs Marc o los papas Borja (valencianos) o al aragonés Baltasar Gracián. Sí, algo sabía Batllori de todos ellos y muchos más, de historia de la Corona de Aragón y de sus diversos territorios y gentes, antes y después de su integración en la Monarquía Hispánica, antes y después de la vigencia de sus instituciones forales, antes y después de la guerra que gustaba de llamar incivil. Suele decirse que el nacionalismo se cura viajando. También leyendo. Pero, claro, según qué cosas —por seguir con los catalanismos—. Déjenme recomendarles, por ejemplo, los Recuerdos de casi un siglo(2001), de Miguel Batllori».