La vida pasa, y quizás, a veces cambia también. El pasado pudo ser negro. Veíamos el éxito de lejos. Como en su día hizo el Real Madrid, la selección española de fútbol veía como se le resistía un Europeo o un Mundial, haciendo en ciertas ocasiones el primo o no clasificándose. Pero gracias a muchos factores eso es lo que ha sido siempre desde el principio, sólo Historia. Antes no olíamos un título de naciones si no era en unas categorías inferiores.
Ahora, desde 2008, más o menos, España está siendo futbolísticamente admirada en todo el mundo. No sé si decir que se debe a que copia el estilo blaugrana, o si el estilo es propio. Pero lo que sí es seguro es que no sólo la absoluta, sino que también en su cantera goza de buena salud de juego. Así es que, jugadores como Casillas, Puyol, Capdevilla, Xavi Hernández, Villa, tienen pisando fuerte a sus relevos. De Gea, Jordi Amat, Thiago Alcántara, Gerard Deulofeu, Izco,… La lista es interminable. Y eso que tienen rivales de muchísimo nivel, como puede ser la cantera alemana y la suiza, que se están destapando como dos de las mejores del mundo en la actualidad.
La pregunta que me hago es, ¿durará esta alegría eternamente?¿Seguiremos cosechando éxitos? Las dos primeras dudas se despejarán el verano que viene. España irá a Ucrania y Polonia con el cartel de favorito absoluto, y todos los rivales irán a vencerles para terminar con el mito. ¿Nos cansaremos de tanto éxito?¿Cuando ésto se acabe, volveremos a ser críticos? Porque, que yo recuerde, hubo un tiempo en el que ver a “La Roja” era un auténtico suplicio, y hasta un capítulo de Los Simpsons que ha sido repuesto más de mil veces tenía más audiencia que un partido de la selección.