Cuando hablamos de ansiedad, hay mucha gente que no sabe o no entiende lo que realmente es. Quizás piensan que es algo común, es decir todos tenemos ansiedad en alguna u otra ocasión, pero ¿qué pasa cuando no podemos controlarla?
Hay personas que lo sufren día a día, algunas veces más fuerte y otras no tanto, pero explicar lo que uno siente en esa situación es muy complicado, porque son una mezcla de sensaciones de terror, las cuales van acompañadas de una tristeza inmensa, porque sentís que no podes controlarlo y que estás perdiendo el control.
A veces nos preguntamos: ¿Por qué me pasa a mi?, y ningún psicólogo o psiquiatra puede contestarte esto, simplemente te dicen que es genético o “porque si”. Te da vergüenza ir al psiquiatra, porque te hace sentir que estás loco y tenés que tomar pastillas para arreglar tu cabeza. Con el tiempo, estás píldoras milagrosas te hacen sentir mejor y de repente no tenés ningún síntoma, te sentís pleno y te reis de cuando sufrías ansiedad, entonces le decís al psiquiatra que ya estás mejor y de a poco vas bajando la dosis.
Después de unos meses, nuestra enemiga vuelve, y quizás peor que antes, y uno no entiende el porqué, si supuestamente ya nos sentíamos bien. Esta vez, no queremos volver al psiquiatra, podemos superarlo y no hace falta tomar las pastillas, entonces aguantamos los síntomas. Nos sudan las manos, nos late muy rápido el corazón, sentimos adormecimientos, terror, pero igual sabemos que podemos superarlo.
Así pasan más meses, en algunos nuestra enemiga se vuelve más intensa y en otros nos deja vivir en paz, hasta que llega un punto en que no lo soportamos más y volvemos con el psiquiatra para que nos recete nuevamente esas píldoras milagrosas.
Lo cuento en carne propia, porque aún no entiendo porque pasa, y son años que estás bien, y años que estás mal. Pero, luego de tanto tiempo, lo que si entiendo es que es algo con lo que hay que aprender a lidiar, no hay que dejarse vencer por la ansiedad y si, se puede estar mejor.
La ansiedad debe tener un tratamiento más largo, no vas a curarte de un día para el otro, y lleva años de psicoanálisis. Las pastillas si ayudan, pero si no van acompañadas de terapia no sirven. Uno tiene que aprender técnicas de respiración o relajación para sobrepasar el momento y mentalizarse de que es solamente una sensación, y no desesperarse. Es fácil escribirlo, pero en el momento cuesta mucho tranquilizarse, por eso mi consejo es tener paciencia, no preocuparse exageradamente por las cosas, tratar de evitar el estrés y fundamentalmente hacer lo que nos hace bien, como también juntarnos con las personas que nos aman.
Se puede superar, solo tenemos que confiar en nosotros mismos, y no avergonzarnos si nos pasa en la calle, porque el prejuicio es nuestro y existe siempre gente que están dispuestos a darnos una mano.