Asustado por su caída al abismo y por encuestas que lo mandan al infierno, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), federado con el PSOE, ha abandonado finalmente el seguidismo independentista tras ERC y CiU.
Pero no fue por voluntad propia o por imposición de Rubalcaba ni del socialismo español, sino porque Ciutadans, el sorprendente partido constitucionalista catalán dirigido por el joven abogado Albert Rivera, le ha adelantado en intención de voto.
La prensa barcelonesa más influyente, La Vanguardia y El Periódico, que reciben ingentes subvenciones de la Generalidad para apoyar el independentismo, presenta a los partidos catalanes como:
1,- Atractivos y fiables (CiU, ERC, CUP, ICV-IU), aunque sean corruptos.
2.- Poco deseable (PSC), por haber abandonado el secesionismo.
3.- Derechista en decadencia (PP), pese a gobernar España.
4.- Traidor españolista que debe silenciarse, Ciutadans-Ciudadanos, porque partiendo de cero en 2006 crece mientras socialistas y populares se hunden.
Ciudadanos es casi gemelo de UPyD, pero ambos siguen separados porque Rosa Díez, líder del partido nacido en 2007 para toda España, cree que puede crecer en Cataluña.
En la reciente Conferencia Política del PSOE numerosos dirigentes históricos como Alfonso Guerra le habían exigido al secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, que rompiera con el PSC por su ambigua postura hasta entonces sobre el independentismo.
El PSC retiró entonces su apoyo al “derecho a decidir” (secesión) si no lo permite el Estado. Pero no fue por imposición del PSOE, sino para evitar hundirse definitivamente ante Ciudadanos.
Mientras sus militantes se van a chorros, precisamente a Ciudadanos, el PSC-PSOE cayó de los 25 diputados anteriores a 14 en las elecciones generales de 2011; y de los 52 de las autonómicas de 1999, a los 20 actuales, con encuestas afirmando que pueden bajar a 9.
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SALAS