Los que vivimos en España esta semana nos hemos encontrado esta semana con una noticia de lo más dolorosa: una madre boliviana que encontró trabajo en Francia dejó a su pequeño de tan solo tres años a cargo de sus dos mejores amigas. Hasta ahí bien,mujeres inmigrantes se encuentran por aquí sin familia que les ayude y se ven obligadas a dejar a sus hijos al cuidado de otras personas. Lo peor fue que el niño supuestamente se accidentó y falleció en la bañera de sus cuidadoras y no se les ha ocurrido otra cosa mejor que tirar al cuerpo del niño a un contenedor de basura. Por consecuencia, fue a parar al vertedero de su ciudad y gracias a la labor de la policía y la posterior confesión de las dos "amigas" han podido encontrar el cuerpo.
Yo no he podido evitar llorar y pensar que hacer en estos casos con quienes dejamos a nuestros hijos.Sin ir más lejos, conoceréis la historia del padre que aparentemente mato a sus dos hijos por venganza y miles de historias de esta índole son cada vez más comunes. ¿Que está ocurriendo?
¿Que le pasa al ser humano que ya le da igual todo en la vida?
Parece que hay una macabra moda en el mundo que es solucionar problemas acabando con la vida de alguien.
¿En que nos hemos convertido? Me recuerda a una película de mal gusto, donde no se puede convivir ni compartir escenario, uno de los dos tiene que morir.
Yo insisto en el pensamiento de que nos estamos exponiendo a mucha violencia, que nos estamos acostumbrado a este tipo de noticias; insensibilizados cada día más y haciendo de la violencia un pan da cada día.
Y lo peor es que nuestros pequeños, los que con dolor hemos parido, tienen que estar expuestos al cuidado de gente salpicada por esta moda. No sabemos de lo que es capaz nadie, no creo que una madre que cumple un régimen de visitas se podrá imaginar que su ex-marido desaparecerá con sus hijos cuando se lo lleva (o madres que también secuestran a sus hijos), o que una cuidadora de confianza lo golpeará o que peores cosas. Me estremece pensar y más no saber como evitar algo así.
Debemos ser muy observadoras cuando de nuestros hijos se trata, y escoger exhaustivamente a la hora de dejar a un niño al cuidado de otras personas. Confía en tu intuición y desconfía que la parece perfecta porque nadie lo es.
En el caso de una ex-pareja desgraciadamente no se puede hacer nada a respecto, afortunadamente es muy raro que un padre/madre atente contra sus propios hijos por estar enfadado con la pareja pero ya conocemos episodios así que lo mejor es doblegar los sentimientos, dialogar hasta la extenuación e intentar llevarse lo mejor posible para evitar que los niños paguen de una manera u otra nuestros platos rotos.
Yo hago todo lo que conozco para apartar a mis pequeños de todas las formas de violencia, no quiero ni que convivan ni que se acostumbren a ella.