Número de páginas: 400
Sinopsis: Si creías que después de volver con Aarón, Sara, nuestra Sara, iba a alcanzar la paz y la serenidad, es que no la conoces... ni a ella, ni al p... karma. Al comienzo de esta novela, Sara se encuentra justo al principio de su cuento de hadas: un trabajo apasionante, un esposo apasionado y un hijo de anuncio. Pero a pesar de esta mano ganadora, ¿es feliz? Pregunta retórica donde las haya: si no tiene motivos para torturarse, Sara los buscará hasta debajo de las piedras, y los encontrará, ¡vaya si los encontrará!
Opinión personal
Leí en su momento 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas' y así descubrí a Laura Norton. Descubrí una autora con un estilo muy fresco, con unas ocurrencias disparatadas que me hicieron disfrutar muchísimo, y sentí que tenía mucho que contarnos y muchas buenas historias que brindarnos. Luego llego 'Gente que viene y bah' y eso me hizo reafirmarme en mi idea. Así que estaba claro que no iba a dejar pasar esta nueva entrega de locuras y disparates.
Si no has leído la primera parte, te recomiendo que lo hagas antes de leer esta nueva entrega ya que, aunque es otra historia y la autora va dejando bastantes pistas para que los recién llegados no se pierdan, siempre es mejor conocer a los personajes desde un inicio, y cuando son tan "particulares" como los de esta historia, mejor que mejor.
Empecé la novela con muchísimas ganas, pero en cuanto pasaron varios capítulos debo confesar que Sara me superó. Me divierto mucho con ella y con las cosas que le pasan, pero en esta segunda parte la he encontrado incluso más desquiciada y desmedida, y sus inseguridades y los arranques que a veces le dan, me acaban pasando factura, por lo que vi necesario tomarme un pequeño descanso. Eso sí, una vez que retomé la lectura y fui entrando en el grueso de la historia, volvió a engancharme de inmediato y lo pasé en grande. Esa misma sensación me ha pasado un poco con Lu, la hermana, y con la madre de ambas. He sentido que quizás están un poco llevadas al extremo, pero por suerte los chicos de la historia equilibran un poco el ritmo. Nos encontramos con un Aaron mucho más maduro, centrado, y cariñoso; el novio perfecto, el padre del año y el compañero que todas querrían. También es un acierto el personaje del gallego, al igual que lo son, por segunda vez, el padre de Sara, Roberto y el vikingo.
Igual que ocurría con la primera parte, se trata de una lectura súper ágil y divertida. Claro que no es la historia más creíble del mundo, -quiero pensar que a nadie le sale todo tan mal- pero las risas están aseguradas. Además, aunque Sara es la protagonista total de la historia, el resto de personajes aportan mucho a la historia y es imposible que nos imaginamos las andanzas de nuestra protagonista sin la compañía de todos los demás.
La verdad es que no sé si tendrá tercera parte o no, pero creo que la autora ha creado un grupo de personajes que pueden dar mucho más de sí, y pueden brindarnos muchos ratos buenos más. Así que espero volver a encontrarme con una Sara un pelín más centrada -ejem- que nos cuente los primeros días de guardería del pequeño, sus primeros cumpleaños (ay Dios, lo que puede ser eso...) y todas las situaciones surrealistas más que quiera.