Ante un posible fenómeno El Niño, que efectos traería para Venezuela?

Publicado el 07 marzo 2014 por Meteovargas @Meteovargas

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), en el Servicio Nacional de Meteorología y sus instituciones afiliadas, han pronosticado de acuerdo a varios modelos de predicción, un 50% de posibilidades de que éste año se produzca el fenómeno de El Niño, una corriente de aguas cálidas en el Pacífico Oriental que altera el clima en grandes zonas del planeta.

Los modelos de las predicciones de ENSO (El Niño/Oscilación Sur) para este verano y más adelante, están relativamente sin cambios desde el mes pasado. Casi todos los modelos indican que ENSO-neutral (índice de Niño-3.4 entre -0.5°C y 0.5°C) persistirá durante el resto de la primavera 2014 del Hemisferio Norte. Mientras todos los modelos predicen un calentamiento en el Pacífico tropical, existe una incertidumbre considerable de si El Niño se desarrollará durante el verano o el otoño. Si los vientos del Oeste continúan combinados en el Oeste del Pacífico ecuatorial, el desarrollo de El Niño pudiera ser más probable. Sin embargo, la habilidad del pronóstico más bajo durante la primavera y la tendencia general de condiciones más frescas durante la década pasada justificará aun las probabilidades significativas para ENSO-neutral. El pronóstico en consenso es que ENSO-neutral continuará hasta primavera 2014 del Hemisferio Norte, con un 50% de probabilidad aproximadamente de desarrollo de El Niño durante el verano u otoño (oprima CPC/IRI consensus forecast para las probabilidades de cada resultado). Fuente: NOAA.El Niño, está reconocido como un evento que provoca cambios importantes en muchos elementos climáticos como la precipitación y la temperatura. Debido a estos cambios, que en ocasiones constituyen verdaderos desastres, la economía y la sociedad padecen condiciones muy adversas durante períodos de tiempo relativamente largos. En el caso de Venezuela, este fenómeno produce aumento significativo de las temperaturas medias con picos extremos durante el día y disminución importante de las lluvias. Ya en un artículo anterior, les había adelantado que de acuerdo al comportamiento de las precipitaciones en el país durante las primeras semanas de éste año 2014  la tendencia sería de un período seco con mucho calor que aunado “ahora” a un posible evento Niño, incrementaría aún más estos valores en todo el territorio nacional. Un estudio realizado por la CAF y publicado en el portal del ente oficial de la meteorología en Venezuela, INAMEH, recuerda los efectos negativos que se sintieron en el país especialmente durante 1992, 1996 y 1997-98, años Niños enmarcados o caracterizados por éste déficit de las precipitaciones, situaciones de sequía en varias regiones e incremento relevante de las temperaturas. Los incendios forestales, enormes pérdidas en las cosechas, disminución en los niveles de las principales cuencas, fueron otros efectos importantes señalar que se han presentado cada vez que un evento Niño ha hecho su entrada. Así mismo debemos recordar las consecuencias producidas por los efectos de éste fenómeno en el año 2010, donde la escasez de lluvias nos golpeó con fuerza. Ríos casi secos, siembras perdidas por falta de agua y un racionamiento eléctrico producto de un dramático descenso del Guri, reservorio donde se genera un 70% de la energía que mueve al país. La reaparición de un posible Niño, abre una ventana de incertidumbre, por cuanto no hay manera de predecir en lo inmediato cuán intenso serán sus efectos y cuando podría ser con exactitud su posible inicio, ya que éste fenómeno es completamente acíclico. Mantengamos presentes que se habla de un 50% de posibilidades hasta el momento. El Niño también suele producir un menor número de huracanes en el Atlántico, aunque la temporada del 2013 ya fue inusualmente baja, con tan sólo dos huracanes de categoría menor. Esta baja incidencia en el número de huracanes en el año pasado suscitó el interés de los meteorólogos, que en noviembre calificaron este hecho como un “enigma”  y se plantearon si estaba anticipando “el final de un ciclo de huracanes intensos”, aspecto que también se reseña en dicho informe.