La economía colaborativa no para de ofrecer ideas y dinamismo. Hoy en día en muchos países el hecho de poseer objetos se ha convertido en algo desfasado. Si se puede compartir, sacar provecho de algo que ya está fabricado, ¿porqué comprar e ir amontonando objetos que ya no nos sirven o que apenas utilizamos? Por otro lado, la economía colaborativa ofrece la posibilidad de relacionarse con personas y sentir la fuerza que tiene el espíritu colaborador.
¿Vas a invertir en algo que necesitas pero no estás seguro de sus prestaciones?
La plataforma francesa Demooz te pone en contacto con alguien de tu ciudad que ya tiene el mismo objeto que deseas.
Se acabó comprar algo y quedar decepcionado con la compra. Para estar convencido de que se elije bien, lo ideal es probar lo que deseas antes de comprarlo.
El portal Demooz es la primera plataforma en la red que permite a un futuro comprador probar un determinado producto en casa de un particular que ya lo tiene.
En ocasiones el objeto deseado puede suponer un coste nada despreciable y generar dudas. Para ir más allá de la simple consulta en Internet sobre lo que opinan quienes ya tienen dicho producto y que siempre será una opinión basada en unos gustos o preferencias personales, Demooz pone en contacto al futuro comprador con alguien que lo tiene en su casa.
El sitio propone objetos de alta tecnología para probar: electrodomésticos, teléfonos de alta gama, cámaras fotográficas, etc.
- Quienes ya poseen algún aparato lo pueden insertar en el sitio como demostradores indicando características, marca y prestaciones.
- Quienes desean probar alguno de los objetos que propone la web, pueden consultar los detalles técnicos, proponer cuestiones al equipo Demooz y, si es necesario, solicitar una prueba en su ciudad.
Pero, ¿qué gana quien tenga un aparato y se ofrezca a enseñarlo y probarlo a otro particular?
Demooz recompensa a los demostradores mediante un sistema de puntos acumulables que dan acceso a bonos de compra sin condiciones de uso válidos en las tiendas colaboradoras. De esta forma todos los actores obtienen algún beneficio.
Además del bono de compra, el particular que permita probar su aparato a otro entra en un sistema identificador que indica el grado de confianza entre los miembros y que aumenta en función de la calidad del servicio prestado: tiempo de respuesta ante una petición, número de pruebas realizadas etc. Es un sistema similar al que aplican muchas plataformas de muchos sectores relacionadas con la economía colaborativa.
La economía colaborativa se va haciendo cada día más grande en todo el mundo y en Francia especialmente. Una de las premisas de esta nueva economía es evitar el lucro por el lucro y, al contrario de la economía convencional, se interesa en el aspecto social y de encuentro entre personas con gustos y aficiones afines.
Por ello, durante la sesión de demostración, Demooz anima a sus miembros a compartir un café de forma distendida.
Resumiendo, esta iniciativa permite a sus usuarios obtener consejos de primera mano y realizar una prueba del aparato que desean adquirir, pero esta vez sin la presión del vendedor que busca su comisión por venta y tomando un café cordialmente.
Demooz nació de la idea que le vino a la cabeza al ingeniero francés Geoffrey Vidal al vivir él mismo algo similar a lo que ahora busca poner solución. Geoffrey advirtió un aparato en Internet que le interesaba y fue a una tienda con la intención de probarlo. Sin embargo no estaba disponible en el comercio. Un amigo que ya tenía el aparato le propuso pasar por casa y, con la ayuda de unas cervezas, probarlo.
Así comenzó la idea que hoy en día reune ya a más de 1.300 usuarios y a la que le deseamos, al igual que a todas las nuevas ideas que aporten algo más que el simple intercambio de dinero, mucho éxito.
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