¡Hola loquillos míos! Estoy muy muy contenta porque he vivido un fin de semana increíble.
Os cuento, mis amigos de clase y yo decidimos irnos de apartamento y pasar el sábado juntos e irnos el domingo por la mañana. El apartamento era un dúplex guapísimo con una habitación de dos camas en el primer piso, un baño, cocina, salón con sofá-cama y balcón; el piso de arriba tenía otras dos camas (donde una amiga y yo dormimos), baño y terracita. ¡Un lujo! Lo mejor es que al ser 5 lo pagamos entre todos y no fue casi nada.
Nada más llegar y como buenos sacos sin fondo, nos hartamos a papas fritas y chocolate, luego almorzamos y sacamos unos juegos de mesa. Apareció mi vena competitiva y me puse nerviosa, ¡¡ese juego saca lo peor de Uno!! Pero luego nos fuimos a la piscina, nos relajamos y jugué al waterpolo con una amiga (no dábamos más de dos toques seguidos a la pelota, pero oye, se intentaba).
Después merendamos y subimos de nuevo a la habitación a jugar al "yo nunca"... ¡La de cosas ocultas que salieron a la luz jugando a eso! Nos lo pasamos genial...
A la noche nos pusimos guapos (más aún) y salimos de fiesta. Hasta a 3 discotecas diferentes llegamos a entrar... aún tengo un poco de agujetas y gracias a que no llevé tacones no acabé llena de llagas también.
Y el domingo con un dolor de cabeza increíble nos preparamos y nos fuimos a casita. ¡Un fin de semana inmejorable!
Mis amigos no quieren que suba fotos en las que aparecen ellos en Instagram ni por aquí, pero sí subí algunas en las que salgo yo sola o con otra amiga.
[Aquí puedes verlas]