A la detective Mackenzie White, joven, decidida, más preparada que los hombres chapados a la antigua de su comisaría local, le encargan con cierta reticencia su resolución. Por mucho que los demás agentes odien admitirlo, necesitan de sus ideas jóvenes y originales, que ya han logrado solucionar casos sin resolver que les han dejado sin palabras. No obstante, este caso demuestra ser un rompecabezas imposible hasta para Mackenzie, algo con lo que ni ella—ni la policía local—se ha topado jamás.