El nuevo trabajo del novelista convertido en director Philippe Claudel denota tintes de cineasta novel cuyo futuro en el séptimo arte puede ser más que satisfactorio. Pero lo más probable que ocurra es que sus proyectos cinematográficos pasen sin pena ni gloria, hasta que Claudel se canse y se dé cuenta que su futuro como novelista le es más rentable.
Antes del frío invierno es un film que aparenta ser la típica historia de desamor de una pareja a causa de sus vidas rutinarias. Y lo mejor de la obra es que bajo esta apariencia, se ocultan un sinfín de misterios y varias líneas de intriga paralelas. Paul, un neurocirujano de 60 años y su mujer Lucie, tienen una vida aparentemente feliz hasta que empiezan a recibir ramos de flores de remitente desconocido. Paul desesperado, acaba echándole la culpa a Lou, una joven de origen marroquí con la que tiene demasiados encuentros “accidentales”. Pero poco a poco el interés de Paul por Lou se engrandece, le interesa su vida, sus preocupaciones, sus gustos… Pasa mucho tiempo con ella y las sospechas de que Paul tiene un amante preocupan a Lucie. Pero inexplicablemente Paul no tiene ningún tipo de interés amoroso y sexual por su joven amiga, algo que sorprende hasta la propia Lou.
El peso repetitivo de la narración está contrastado por los numerosos misterios que rodean al personaje de Lou. Durante los primeros minutos del largometraje uno ya sabe a qué estructura narrativa se está enfrentando. Las tramas y los personajes están cuidadosamente organizados para desembocar en un final sorprendente. Pero el problema de este tipo de historias es que el espectador ya se espera ese tipo de final y la sorpresa ya no sorprende tanto (valga la redundancia). Pero se nota que Claudel es un experto en la narrativa al añadir dos grandes puntos originales al final de la historia. En primer lugar el tratamiento de la sorpresa final no se basa en la espectacularidad, Claudel lo filma con extrema cotidianidad aportando realismo. Por otro lado, Claudel no acaba la historia con el final sorprendente sino que decide añadir un excitante suspense en la relación entre Paul y Lucie.
Quizás uno de los puntos negativos (por así decirlo) de la película es que Claudel “narra” más que “muestra”. Al centrarse en los personajes y las tramas puede parecer descuidado el estilo cinematográfico. Pero Claudel apuesta por un estilo propio, basado en la frontalidad de los planos y unas pocas escenas paisajistas muy bellas. Un estilo poco desarrollado y al que le queda bastante para llegar a ser original y único. Pero Claudel no va por mal camino.
En definitiva Antes del frio invierno es una de esas pequeñas obras que quizás uno no recordará siempre a lo largo de su vida pero con la que podrá disfrutar y entretenerse.