Un urbanista era capaz por si solo de decidir si una avenida entera debía ser o no derribada, o que calle debía sobrevivir a un ensanche...
Como ya hemos dicho, muy a nuestro pesar, lo que está poniendo en pleno siglo XXII, el caserío de nuestra ciudad son las franquicias de comida. Vamos a poner como ejemplo el edificio de la fotografía con la que hemos empezado este artículo...
Estamos buceando en el pasado de un lugar muy concreto, la esquina de la Avenida de la Constitución con la Calle Garcia de Vinuesa...
Esquina comercial por excelencia, con un tránsito peatonal privilegiado, ha sido durante años, un lugar de encuentro para muchos sevillanos, antes con el añorado "farero" y hasta hace poco con el Horno de San Buenaventura...
El problema no vino con el derribo del edificio de la esquina, donde se encontraba El Faro...
Ese edificio vivió su última década en un total estado de ababdono y ruina, sumado a que su valor arquitectónico no era muy alto...
Lo lamentable es que, para el edificio que después albergaría el Horno de San Buenaventura, se derribaron además las otras dos casas aledañas, que si eran relevantes pues tenían un valor arquitectónico importante...
Como todos sabemos, el Horno entró este año pasado en concurso de acreedores, y perdió la propiedad del local, el cual ha sido adquirido por una importante multinacional americana de comida rápida, sí, otra más en menos de 200 metros.
Estas franquicias destrozan por completo los edificios que toman, véase la Campana o la casa que Foster ha desmembrado en la Calle San Fernando.
Nuestro patrimonio se va a pique y don dinero puede con todo, hasta con las conciencias.
ABC
Marua Zacre Tovirio