Ya hacía tiempo que quería volver a subir unas anti-reseñas, especialmente después de cierta lectura que empecé con altas expectativas y me aburrió...
En este caso, además, hay una autora que hace doblete, ya que sus novelas o me aburren enormemente, o me parecen normalitas y pasables. Sí que hubo tres que en su momento me encantaron, ésta, ésta y ésta, pero si pienso en ellas ahora... no sé, ya no es lo mismo. Os cuento a continuación.
ISBN: 978-84-940507-1-8Publicación: 25 de Septiembre de 2012
Páginas: 282Género: Histórica, romántica adultaSinopsis: Cuando Gabriel dejó ir a Oliver sabía que podía significar su fin, ahora irán a por él. Lo que no sabe es que, al hacerlo, ha despertado en Rachel la duda sobre su humanidad perdida, algo que podrá utilizar para conseguir escapar de la que posiblemente sería su sentencia.
Gabriel la usará para conseguir lo que más desea, alimentar su ambición y subir en la jerarquía, pero para ello deberá renunciar definitivamente a cualquier sentimiento que albergue.
Mientras ambos luchan contra sus corazones, una batalla más antigua se libra a su alrededor, una batalla que puede ser el fin de ambos.
¿Prevalecerá el amor? ¿O estará el corazón de Gabriel muerto para siempre?
Lo abandoné porque... me aburrió desde la primera página
. He de confesar que apenas avancé con este libro, pero lo poquito que lo hice me bastó para ver que esta novela no estaba hecha para mí.Me pareció una historia muy típica. Gabriel, el protagonista, es el típico chico malo que, al conocer el amor, acaba cambiando y quiere redimirse por todo el mal que ha causado; eso sí: ignoro si finalmente cambia o no, porque, como digo, no terminé la novela.
A Rachel, la protagonista, confieso que apenas la conocí, ya que leí realmente muy poquitas páginas. Pero ella, si no recuerdo mal, era bastante antipática, muy fría, y no lograba empatizar con ella. Por otro lado, al estar el libro contado por los dos, me era muy difícil deducir quién era el narrador en cada escena. No está bien indicado.
Y luego está la narración en sí... Aburrida hasta decir basta, muy densa, lenta y pesada, y en ningún momento me dejaba con esa intriga de querer seguir leyendo. Así que la historia de Gabriel y Rachel se quedó ahí, en suspenso, y jamás la terminé.
Como he comentado, con las novelas de Olga Salar me ha sucedido algo muy extraño. Las empiezo con todas las ganas del mundo, porque me apetece una historia romántica y sencillita, o bien, en este caso, con un marco histórico que pinta que va a dar mucho juego. No obstante, aunque las primeras novelas que leí de ella me encantaron en su momento, como comenté arriba y se puede ver en las tres reseñas que he enlazado, no sé qué ha pasado que ya me parecen todas iguales, o muy típicas, o muy predecibles, o nada originales, o todo a la vez. O, simplemente, me parecen normalitas, cosa que me ha sucedido, por ejemplo, con Una cita pendiente y Sólo un deseo: no me aburrieron, más bien me gustaron, pero tampoco me parecieron nada del otro mundo.
Pero, como podéis ver en esta entrada, dos novelas suyas me han aburrido tanto que no he sido capaz de terminarlas, de forma que he acabado por decidir no leer nada más de ella a menos que se trate de historias cortitas, como Sólo un deseo y Una cita pendiente, que se leen en un suspiro y dejan buen sabor de boca. Como no me ha pasado lo mismo con las novelas, digamos, largas, no creo que me anime a leer nada más de ella; de hecho, no me he acercado ni a Di que sí, ni a He soñado contigo, sus últimas novelas publicadas. He visto que están teniendo muy buena acogida y me alegro por ella, pero, aun así, no creo que yo las lea, la verdad.
Quiero dejar bien claro que estoy hablando desde mi personal punto de vista, al igual que cada vez que escribo una reseña, sea positiva o negativa. Yo me limito a dar mi opinión basándome en lo que he encontrado, o no, en cada novela, y si da la casualidad de que varias novelas de un autor no me convencen, entonces ese autor, por lo general, suele salir de mi lista de lecturas. Y no porque tenga nada contra el autor, ni muchísimo menos; yo estoy hablando de las novelas, de las historias, no de la vida del autor ni de su forma de ser. No me voy a meter en esas cosas, porque entonces sería tomarla contra una persona de manera injusta, sólo porque su libro no me ha gustado. Y yo no pienso que las cosas funcionen así. Una cosa es el autor y otra, la novela. Y a mí lo que no me gusta es la novela o novelas, no el autor. No mezclemos tocino con velocidad.
Bien, no me voy más por las ramas. Espero de veras que nadie se dé por ofendido, pero no tengo motivos para mentir y decir que una novela me ha encantado cuando no es así, por mucho que pueda conocer un poco al autor y éste me caiga bien, como es el caso. Olga Salar es una escritora muy prolífica y yo le deseo que siga teniendo muchísima suerte con sus historias, pero, después de haber leído varias de sus obras, me temo que mi interés por seguir leyéndola se ha ido.
Páginas: 896Género: FantásticaSinopsis: Músico, ladrón, mago, asesino y héroe: ésta es la leyenda de Kvothe. Su verdadera historia sólo empezará a contarla en El nombre del viento.
«He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. «Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.»
Lo abandoné porque... también me aburrió. Y mucho. No os imagináis cuánto. Llevaba unas cincuenta páginas y solamente me habían ido contando cómo era la vida en el pueblecito donde vive Kote, un posadero que, por lo que parece, esconde su verdadera identidad. Canciones infantiles, el calderero, un atraco, nombres extraños de criaturas y países extraños... Eso es lo que hay, más o menos, en las primera cincuenta páginas de este libro.
Y en las cincuenta siguientes, la cosa no mejora. Seguimos viendo la tranquila vida del posadero y cómo se afana en ocultar su identidad, pero... nada más. No pasa nada interesante. Bueno, también vemos a Cronista, el único personaje que me pareció medianamente interesante, pero sólo protagoniza un par de capítulos cortitos en esas primeras cien páginas.
Luego, Kote y Cronista se encuentran y el primero acepta contarle su historia al segundo. ¿Qué historia? La de su identidad secreta, me imagino; la de aquella vida en que lo llamaban Kvothe. Y digo "imagino" porque, al llegar a ese punto, estaba ya TAN aburrida que abandoné la lectura.
El nombre del viento es un libro gordo. MUY gordo. En la edición que yo tengo, la de bolsillo, ronda las novecientas páginas. Por tanto, digo yo que debería enganchar desde el principio. No digo desde la primerísima página, quizá eso es mucho pedir, pero al menos antes de la cincuenta. Si un libro TAN gordo no consigue engancharte antes de que llegues a la página cincuenta... malo, creo yo. De hecho, cuando un libro no me ha enganchado antes de alcanzar la página cincuenta, directamente lo abandono. Poquitas veces decido seguir hasta el final, y tiene que ser por cabezonería pura o por alguna razón de muchísimo peso.
Pero con El nombre del viento lo intenté. Prácticamente no conozco a nadie que no adore este libro locamente, así que creedme cuando os digo que me ha fastidiado muchísimo el no haberle conseguido encontrar ese algo que hechizó a tanta gente. Claro que, cuando lo abandoné y lo comenté por las redes sociales, varios amigos me comentaron que sí, que era un libro muy denso, con un ritmo muy lento, y que había que hacer el esfuerzo de llegar a la página doscientos para engancharte.
Sinceramente, teniendo tantísimos libros pendientes de lectura en la estantería, más o menos largos, con más o menos interés por leerlos por mi parte, no me convence eso de tener que leer las primeras doscientas páginas de un libro gordo para que me atrape. Me hace pensar que esas doscientas páginas sobran, que el autor podría haberse ahorrado muchísimas cosas, que las ha incluido por rellenar, por hacer su libro más gordo. Que no estoy diciendo que sea así, sino que es la sensación que me da. Porque ¿cómo voy a leerme doscientas páginas si voy por la cincuenta y estoy más aburrida que una ostra? Sí, me encanta leer, pero libros que me enganchen, que despierten mi interés y mi curiosidad. Me encanta leer, pero no perder mi tiempo con libros que no me atrapan cuando tengo como cien más esperando en la estantería para ser leídos.
En fin, este es mi veredicto sobre lo poquito que he conseguido leer de El nombre del viento. No sé si, más adelante, me animaré a terminarlo y entonces os traería una reseña extensa, ya sea positiva o negativa, como las que acostumbro a hacer en El Jardín del Invierno. Y es que son muchas las personas que me han insistido en que le vuelva a dar una oportunidad, en que lea esas doscientas páginas para engancharme por fin, pero yo no acabo de decidirme. Lo poco que leí me pareció demasiado aburrido, demasiado soso, y no me veo capaz de intentarlo otra vez.Al menos ahora. En un futuro, quién sabe.
ISBN: 978-84-941348-3-8Publicación: 25 de Octubre de 2013
Páginas: 308Género: Histórica, romántica adultaSinopsis: Aria ha vivido toda su vida escondiendo un secreto. Uno tan peligroso que de salir a la luz podría comprometer su propia vida.
Pero el destino juega sus cartas y la envía a Venecia, una ciudad plagada de mentiras, disfraces, y de un compromiso matrimonial que no desea.
Como escudo, un anillo, que promete protegerla de todo, excepto de entregar su corazón a la persona adecuada.
Lo abandoné porque... al igual que los otros dos libros que aparecen en esta entrada, me aburrió. Lo empecé esperando encontrarme una historia de amor diferente, bonita y apasionada, con un marco histórico interesante que, de hecho, fue lo primero que me atrajo de esta novela.
Por desgracia, cuando empecé a leerlo, me pareció muy típico: muy típico el inicio, muy típica la vida de Aria con su abuela, muy típico el triángulo amoroso que empezaba a formarse... Y muy típico el amor a primerísima vista con un completo desconocido. Vamos, que todo lo que yo esperaba de esta novela acabó decayendo por completo.
Y me da muchísima pena, de verdad. Me pasa como con El nombre del viento: yo quería que me gustara. Me encanta la portada, la protagonista parecía espabilada (recalco el "parecía"; recordad que no lo he leído entero) y la sinopsis realmente me hacía pensar que me encantaría esta novela. Así que me ha dado coraje que no fuese así, pero una cosa es que quieras algo y otra, que acabe pasando.
Por otro lado, lo poquito que leí no me dio la impresión de estar bien desarrollado. Me pareció que las escenas no estaban del todo bien trabajadas, que todavía hacía falta aclarar y añadir más cosas para que resultase más consistente y verosímil. Como si todo hubiera sido escrito muy rápido y no se hubiese corregido ni una sola vez, sino que fuese la primera versión, el primer borrador. Al menos, esa fue la sensación que me quedó.
Un detalle que me parece curioso, aunque también un tanto repetitivo, es que Aria, la protagonista, es pelirroja. Como Emma, de Un amor inesperado, y como Sandra, de Sólo un deseo. Desde luego la autora no puede negar que le encanta ese color de pelo :P Aunque, no sé, quizás ya son demasiadas, ¿no? No sé, digo yo xD Que cada cual sabrá cómo crea a sus personajes, pero a mí, personalmente, tener tres chicas pelirrojas en tres novelas distintas me parece demasiado. Pero esa es mi opinión como escritora, no como lectora, y cada escritor tiene su técnica y su librillo, así que no me meto ahí.
En fin, el caso es que de nuevo la pluma de Olga Salar no me atrapó y, como ya he dicho, sus novelas ya no me atraen, de modo que no creo que volváis a ver por aquí ninguna reseña de algún libro suyo. No creo, ojo; no me cierro puertas, porque nunca se sabe, ya sabéis eso de "nunca digas nunca". Igual algún día me animo a probar otra historia suya y consigue encantarme, quién sabe.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Quería comentaros que esta semana no me quiero dedicar tanto al blog, porque últimamente blogueo más que escribo, así que quizás solamente me pase por aquí para desearos un feliz Halloween y listos :P Aunque sí añado que tengo intención de subir una nueva reseña de cine para el primer lunes de noviembre, pero también aviso que, durante dicho mes, voy a bloguear mucho menos con motivo del NaNoWriMo. Al menos trataré de subir una entrada semanal, pero no prometo nada para no pillarme los dedos.Dicho esto, me despido :) ¡Nos leemos!