by El Rincón de Ika · junio 20, 2018
Las cremas antiedad y específicamente las cremas antiarrugas suelen hacerse necesarias a partir de los 30 años aproximadamente, aunque siempre es importante tener en cuenta la condición general de la piel antes de elegir una crema o unos productos cosméticos con unas propiedades u otras. Os dejo un enlace a un estudio sobre la mejores cremas antiarrugas por si queréis ver algunas opciones: https://www.aire-soloparamujeres.com/mejor-crema-antiarrugas.html
Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es la importancia de aplicarlas adecuadamente para conseguir sus máximos beneficios y, consecuentemente, resultados sobre el rostro. No voy a centrarme en el hecho de preparar el rostro para la crema con una buena limpieza de cutis y un serum o ampolla según las necesidades de tu piel, que también son aspectos importantes a tener en cuenta, me refiero a la propia aplicación de la crema.
Ten en cuenta que en la frente son horizontales, por lo que deben tratarse de forma vertical y ascendente, al igual que en el cuello donde tenderemos a llevar el movimiento desde el centro hacia los laterales con movimiento circulares. En los pómulos también se aplicará mediante movimientos circulares ascendentes dirigidos hacia la parte exterior. La barbilla, por su parte, requiere ir como en el cuello, del centro a los laterales, al igual que en la parte superior del labio, mientras que dividiremos el entrecejo por la mitad, aplicando la crema de forma ascendente en la mitad superior y descendente en la inferior.
Uno de los factores a tener en cuenta a la hora de elegir una crema antiedad o antiarrugas en tener en cuenta sus componentes. Los componentes de una buena crema antiarrugas tienen en cuenta las necesidades de la piel y deben buscarse ciertos activos antiaging básicos. Una de las cremas que tiene un gran composición de activos en este sentido es la crema Nezeni, puedes ver opiniones sobre ella aquí: https://www.aire-soloparamujeres.com/opiniones-nezeni-crema.html
También deben poseer vitaminas y antioxidantes, de forma que la piel tenga todo lo necesario para estar bien nutrida o alimentada, llena de energía para afrontar las agresiones del día a día. Por ejemplo, la Coenzima Q10 o el Resveratrol son potentes antioxidantes. Por su parte, las vitaminas C y E tienen un gran poder antioxidante (la C, además, mejora la producción de colágeno y aclara el tono de manchas).
Un activo que está muy de moda en las cremas antiarugas es el Retinol porque incluirlo en la formulación sirve para todo: suaviza arrugas y manchas, afina poros y estimula la regeneración celular, etc., así como el ácido hialurónico, un manantial de agua para hidratar la piel.