Anticuerpos de llama en un yogur

Publicado el 27 agosto 2013 por Nkaiglobal

El grupo de Microbiología Molecular del Instituto de Productos Lácteos del Asturas, centro asociado al CSIC, ha desarrollado un producto que va a comenzar los ensayos clínicos. Se trata de un yogur que contiene anticuerpos de llama capaces de combatir a los rotavirus.

Los rotavirus son virus basados en ARN de doble cadena capaces de provocar graves diarreas a los niños pequeños. En los países desarrollados, son la causa más frecuente de hospitalización infantil, aunque la vacuna contra este tipo de patógeno forma ya parte en muchos estados del calendario de vacunación obligatorio. Sin embargo, en lugares en vías de desarrollo, la infección de un bebé por este virus puede llegar a ser mortal en casi 500000 niños al año. Por esta razón, es necesario un producto que sea capaz de combatirlo, como sería este yogur. Los creadores piensan en él como una ayuda a la rehidratación para personas que no tienen fácil acceso a la asistencia hospitalaria. En mi opinión, y teniendo en cuenta de que el problema principal se encuentra en países no desarrollados, no sé si el formato yogur será de gran utilidad, dado que probablemente no llegue a esos lugares, aunque no puedo negar que puede ser un gran éxito en nuestros supermercados si las madres saben que eso ayudará a proteger a su hijo contra una fuerte gastroenteritis. El tiempo lo dirá, ya que aún tiene que pasar varias pruebas antes de comercializarse de manera rutinaria.

Para la construcción del producto, primero inmunizaron llamas con vacunas contra el rotavirus y luego extrajeron los anticuerpos que se crearon. Se emplearon anticuerpos de llama porque son mucho más sencillos que los humanos y, en consecuencia, más fáciles de manejar. Además, tienen resistencia a las enzimas gástricas y al pH ácido del estómago. Una vez obtenidos los anticuerpos, modificaron genética y establemente las bacterias que se emplean para hacer el yogur, los lactobacilos, añadiéndole el gen que codifica para el anticuerpo deseado. En consecuencia, las bacterias serías capaces de producir este anticuerpo y, al ser ingeridos, se unirían a los rotavirus presentes en el organismo, impidiendo que se unan a la muscosa intestinal y siendo arrastrados con las heces.

Se trata de un procedimiento sencillo, a pesar de la explicación, que podría ser útil para combatir este problema. Habrá que esperar a los test clínicos para ver si está listo para ser comercializado.