Es posible evitar que la oxidación se produzca dándole a la fruto un poco de vitamina. Vitamina C para ser precisos, es decir, ácido ascórbico. Basta con diluir un poco de este ácido (1 g por 100 ml de agua) y con esa solución podemos “pintar” la parte de la fruta expuesta al aire. Si se trata de un puré, simplemente añadimos un poco de la mezcla al mismo. El ácido ascórbico añade un ligero sabor ácido y además evitará que la fruta se ennegrezca. Ya podemos preparar macedonias o guacamoles con tiempo sin miedo a que se nos pongan feos gracias al ácido ascórbico.