Sabrán ustedes ya que esta crisis económica que no tiene fin, está poniendo contra las cuerdas el estado del bienestar europeo, a los gobiernos del continente y a la propia democracia. No exagero: si los gobiernos de turno (el nuestro lo hace constantemente) se exculpa la responsabilidad echándole la culpa a “los mercados” de la situación, al final concluiremos que son los mercados los que gobiernan, quitan y ponen gobiernos y dictan las políticas que hay que seguir, que no son otras que las que les garantiza la maximización del beneficio.
Y a las personas que la den por el orto.
Como también sabrán, detrás de esos “mercados” anónimos en función de leyes que les garantizan la opacidad, hay personas. Con nombres y apellidos. Son los que se están forrando en esta macro-operación de redistribución de la riqueza que se está dando en este continente, donde se está empobreciendo a millones de personas para que unos cuantos sigan gozando de miles de millones de euros de privilegio. El sueño erótico más perverso de Milton Friedman se está dando hoy en la adormecida sociedad europea.
Nos están robando.
A estas alturas, fiarme de mi gobierno supuestamente socialdemócrata sería suicida. Ni la vieron venir ni tienen ni puta idea de como salir de esta más allá de seguir a pies juntillas los dictados del FMI, a la espera que la voracidad de los especuladores se calme o miren hacia otro estado al que arruinar.
Como esto no se va a dar, sino que van a volver a fijar sus garras en nuestra economía, yo lo que esperaría de un gobierno de izquierdas responsable sería tres cosas:
Uno.- Señalar a los culpables con nombres y apellidos y legislar para que se dicten las oportunas órdenes de búsqueda y captura. Si. Saldrá alguno a descojonarse de esta ingenuidad, pero YO necesito CREER que es posible meter en la cárcel a tanto mal nacido que nos está arruinando la vida. Tampoco faltará quien diga que no han hecho nada ilegal y bla, bla, bla… Me la pela. Si en este continente es posible llevarse a millones de personas, con sus sueños de vida incluidos, a la puta mierda, prefiero la anarquía. Lo digo completamente en serio.
Dos.- Evidentemente, no reconocer ninguna deuda que sea producto de la especulación de esas alimañas. Ni una. Ya saldrá el economista ortodoxo que se corre con la palabra mercado a corregirme. Pues no. Toda deuda basada en este casino de locos en el que han convertido la economía no es justa y por lo tanto no debe reconocerse. Seguramente algún banco alemán pondrá el grito en el cielo, y la señora Merkel, también. Pues que la den por donde amargan los pepinos. Ya está bien de que nos roben y encima pagar intereses.
Y tres.- Anteponer los intereses sociales a los intereses de la economía financiera y la banca. No. Ya no mecreo lo que algunos venden con que es peor no rescatar a la banca y que unas entidades financieras sólidas son lo mejor que nos puede pasar. Y una mierda. Eso sólo es posible si las entidades financieras y la banca fueran PUBLICAS y respondieran a criterios sociales en vez de a las plusvalías de sus accionistas. Así que con las mismas normas que nacionalizamos con alegría bancos endeudados hasta las cejas, nacionalicemos a los saneados y pongamoslos a producir para la gente.
Si. No habrá quien diga que me he vuelto loco y que soy un radical antisistema. Que va. Piensen en, por ejemplo Goldam Sachs, en su actitud delicuencial, y díganme quien es el antisitema