Todo el mundo sabe a estas alturas que el famoso Adagio de Albinoni (Adagio en Sol Menor) no es de Tomaso Albinoni (1671-1751). Lo compuso un musicólogo italiano llamado Remo Giazotto. Según explicó Giazotto el Adagio fue una reelaboración a partir de material del propio Albinoni, pero ni siquiera eso está claro, fue publicado por Ricordi a finales de los años cincuenta del siglo XX. Si no fuera por el célebre adagio, Albinoni -que compuso ni más ni menos que 45 óperas- sería un compositor casi desconocido para el gran público. Lo que sí está claro es que Albinoni compuso adagios, y hoy vamos a escuchar dos de ellos interpretados por Il Giardino Armonico de Giovanni Antonini, no tienen la inmediatez del falso Adagio de Albinoni, y no entran tan fácilmente, pero son muy hermosos, sobre todo el segundo (eso pensaba cuando iniciaba el post, ahora parece que estoy a punto de cambiar de opinión), si sólo vais a escuchar uno que sea éste (es más corto), no están tan manidos ni han sufrido mil y un horribles arreglos distintos como le ha ocurrido al espurio .
Albinoni - Adagio para violín y cuerdas, Antonini emplea junto al violín solista, dos violines, viola, violochelo y clave.
Albinoni - Adagio para 2 violines y continuo, Antonini emplea 2 violines, violonchelo y archilaúd.
Tan famoso como el falso Adagio de Albinoni es el Canon de Pachelbel, en re mayor, pero en este caso sí que fue compuesto por Johann Pachelbel. Hay quien se arrepintió de que en su ceremonia de bodas no sonara esta música, al menos eso me confesaba poco tiempo después como con lástima. Menuda ceremonia, duró más de una hora (y no exagero lo más mínimo), casi más que el matrimonio (y aquí sí exagero un poco), ahora supongo que a este señor ya no le sabrá tan mal que esta música no sonara ese día. Antonini quita el polvo a la composición y nos parece estar escuchando algo nuevo:
Y también muy famoso es un fragmento instrumental del oratorio Salomón de Haendel, La llegada de la Reina de Saba (The Arrival of Queen of Sheba), unos familiares me solicitaron una copia de esta pieza para que sonara en una boda a la llegada de los novios, o quizás fuera a la salida, ya no recuerdo, fue ya a última hora y un poco a la desesperada pero conseguí enviarla a tiempo, esta pareja a corrido mejor suerte que la del Canon de Pachelbel (esto va para que tomen nota los supersticiosos), la que yo no he tenido buscando en Youtube, puesto que en el Cd de Il Giardino Armonico, Baroque Masterpieces., que contiene los 2 adagios de Albinoni escuchados más arriba, sí que aparece el célebre Canon.
Hay algunas piezas que terminamos por asociarlas a determinadas personas o acontecimientos (las dos citadas bodas), no ocurre lo mismo con la tercera pieza famosa que no escucharemos hoy, el segundo movimiento, Aria, de la Suite Orquestal núm. 3 de Bach, no tiene mucho que ver con él casi se parece más al adagio de Albinoni que las propias composiciones de Albinoni que escuchábamos al principio, pero a mí el Aria de Bach que de las Variaciones Goldberg me gusta más y más también los tres movimientos que siguen al Aria en la Suite 3 (Gavotte, Bouree, Cigue) porque los encuentro mucho más frescos y menos sobados. Siempre que hablo de Bach y digo alguna de mis tonterías tengo la sensación de estar cometiendo un sacrilegio, en realidad es una obra maestra, algo deteriorada por un uso muchas veces indebido, como casi todas las piezas que suenan en la entrada de hoy.
Y eso es todo por hoy, me despido con un vídeo en el que Il Giardino Armonico y Antonini dirigen una obertura de Porpora. No aparece en el CD Baroque Masterpieces, los intérpretes cuentan con una espectadora de excepción, Cecilia Bartoli, y es que verlos tocar en directo, derrochando energía, pasión y entrega, se convierte en todo un espectáculo que ni la mezzo romana se quiere perder: