Sobre la fachada del Palacio de Dueñas ya existía un azulejo que nos recordaba el nacimiento del gran poeta sevillano Antonio Machado entre las paredes palaciegas.
En la actualidad podemos ver junto a él un monumento dedicado a la misma figura poética, un monumento dividido en dos elementos, uno en forma de relieve colocado sobre la pared del palacio; y otro en el que podemos ver una mujer joven sentada sobre un pupitre en posición de reflexión, elemento colocado sobre un pedestal de piedra. Todo el monumento está fabricado en bronce a excepción del citado pedestal.
El entonces alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, impulsó este viejo proyecto, el del monumento al poeta, del artista Julio López Hernández, que permanecía dormido desde el año 1991 y que fue encargado por Jesús Aguirre, duque de Alba.
La escultura reproduce en un bajorrelieve la famosa fotografía que realizó Alfonso al poeta en el Café de las Salesas en 1933 con una imagen característica de Antonio Machado ante un café humeante y con un espejo que refleja el ambiente del local.
Al mismo tiempo, aparece en el monumento la figura exenta de una lectora de la época presente que parece ensimismada en sus pensamientos.
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