Antonio Madeira es francés hijo de padres migrantes portugueses en Paris. Ahí se aficionó a una cultura del vino. Y en Portugal, en el Dão familiar, decidió rescatar viñas muy viejas abandonadas y hacer vino fino elegante sin ser presumido. El Branco 2014 es un vino de suelo y entidad. Huele a piedra bergamota y aire limpio. En boca explota, contenido, en redondéz muy linda larga cítrica. Se bebe a copas a estas horas y pasa como una buena conversa de verano en víspera electoral… @losvinosdemalena @antonio.madeira.908