La reciprocidad es algo que sólo pueden entender los humanos. O dicho en plata: mientras el toro no sea capaz de interiorizar mi derecho a no ser atacado, estará fuera del juego ético. (...) Toros, pollos y gatos no están dispuestos a asumir restricciones morales con respecto a los seres humanos. Son -por mucho que nos gusten- malos compañeros de nuestros ideales éticos.Alejandro Martín, autor de varias obras, entre ellas Las corridas de toros: el arte de "interiorizar" el estoque; Te torturo porque te respeto; Contractualismo versus Animalismo; Inmortales: animales que no saben que van a morir; ¿Derechos para los animales? ¡Horror!; y, mi preferida, Cómo filosofar sin que Darwin te quite el sueño ;-)
(...) Su antropocentrismo es tan enorme [el de los antitaurinos] que les impide ver y respetar la verdadera libertad y belleza del mundo animal: los animales desconocen el "malestar en la cultura", pues al carecer de una inteligencia suficientemente desarrollada, carecen también de la conciencia de la muerte, y con ello de la sofisticada red de tabúes, ritos, sentimientos de culpa, represiones, que nosotros hemos tenido que inventar (y padecer) para lograr, en una comunidad moral, que sea menos angustiosa la espera de una muerte de la que somos terriblemente conscientes.
(...) Como no soy ningún insensible, también comparto la conciencia común de repulsa ante el maltrato animal, y justamente por el argumento que esgrimes: el argumento de que torturar a los animales denigra al ser humano que lo hace. Pero a nadie se le puede prohibir autodenigrarse.
(...) Dado que no tenemos más remedio que utilizar a los animales como medios (...), decir que tienen derechos es, sencillamente, falsear el concepto mismo de derecho.
Pero sobre todo, mis pequeños churumbeles, no olvidéis que torturar a un toro no es malo porque se le cause dolor y terror en exceso, ni porque sea innecesario, ni porque haya otras opciones, ni porque pida clemencia, ni porque eso signifique que somos incapaces de ponernos en su lugar, ni porque sufra igual que sufriría nuestro perro, ni porque nos importen un pito las emociones (y el dolor) de otro mamífero, ni porque al hacerlo enseñemos a nuestros hijos malos valores ("haced lo que queráis con lo que os rodea, mientras no sean humanos"), ni porque sea la arrogancia escenificada, ni porque esté indefenso, ni porque "amemos la vida", ni porque a otros humanos amigos nuestros les duela, ni porque nos pidan por favor y de rodillas que no sigamos, ni porque sea incoherente con nuestras leyes de protección animal, ni porque la satisfacción obtenida por unos pocos sea a cambio de una gran insatisfacción para otros, ni porque sea un espectáculo ruin. No. Simplemente es malo porque denigra al que lo hace. Recordadlo.
PD1. Sobre si los animales saben o no saben si van a morir, y hasta qué punto lo saben, os dejo este link.
PD2. Os invito a leer todo el post (y los comentarios). Así, si he sacado algo de contexto, lo metéis vosotros.