Anular los miedos

Por Martazz
Anoche se cumplió un año y medio desde el nacimiento de Guisantito. Mucho hemos vivido desde entonces. Enfermedades y caídas, retos y progresos. Hemos ido viviendo cada día superando cada dificultad con la mejor de las sonrisas. Doy gracias por tener un niño sano y curioso, divertido y fortote. Así es como vamos superando las diversas fases, siempre con alegría y a veces también con muchas dosis de paciencia. Puedo por fin afirmar que desde hace cosa de un mes descansamos toda la noche. No hubo ningún cambio significativo que ayudara, simplemente ocurrió: el peque empezó a dormir de seguido. Fue el momento de pasarlo a su habitación y dejara atrás la cuna. Su cuerpo grandote le pedía el cambio.
Pero no me olvido de nada. No olvido los momentos felices de embarazo y los días en que de pronto me invadía el miedo. Como toda futura mamá, antes de nacer el pequeño hubo momentos en los que temí no estar preparada. Muchas lecturas, muchas visitas a blogs de mamis experimentadas, muchas preguntas a las amigas con niños me fue tranquilizando aunque la mayor baza fue siempre el instinto. Es sólo cuando respondes a tu propio interior cuando actúas correctamente, al menos así lo voy sintiendo yo. Mi curiosidad y mi alegría han sido siempre las mejores aliadas para hacer frente a los cambios y necesidades del pequeño, guiada por lo que me ha dictado el instinto a cada momento. Con el mayor de los cariños me apoyé en la familia para superar las grandes pérdidas, que en estos últimos meses han sido quizá demasiadas. Agradezco de corazón que los buenos amigos siempre han estado ahí, aunque no dijeran nada, una mirada o un abrazo fueron suficiente. Pero somos nosotros mismos los que hemos de decidir superar las crisis; sólo nosotros podemos liberarnos de las arenas movedizas. Nadie puede matar monstruos por nosotros.
Esto quizá sería la única pega que pondría al libro de hoy. Ni siquiera puede considerarse una crítica porque cuando somos niños, necesitamos un fuerte guerrero o una mágica hada que nos haga ver nuestros temores muchos más pequeños. No encuentro ningún pero a "Yo mataré monstruos por ti". Desde el poético y profundo título a las ilustraciones, desde la maravillosa historia a la simétrica forma de contarla. El cantante de Love of Lesbian ideó este texto perfectamente elaborado donde nuestro mundo encuentra su particular reflejo en un mundo habitado por monstruos. Ese reino está justo debajo del nuestro y cuenta con cada elemento de nuestro mundo pero con su correspondiente forma. Así al menos lo imagina la protagonista, Martina. Su mayor miedo es que su alter ego monstrua la atrape en su mundo estirando de su mano por la noche. Por eso esconde bien su cuerpecito bajo las mantas, para que no asome nada que pueda servir a la monstruo de reclamo.
La narración está magistralmente creada, con el ritmo justo, con la simetría ideal. A una perfección así sólo podría corresponderle una ilustración original, equilibrada y dulce como la que le aporta Lyona. Los trazos negros regulares, el colorido delicado y limpio, las formas dulces llevan al lector a adentrarse en el onírico mundo de este relato. Pálidos rosas y azules dominan la página para conforman un universo propio, el que Balmes nos sugiere perfectamente dividido y en equilibrio.
Puedo afirmarlo sin miramientos: este libro es ideal para regalar a personas de cualquier edad. Mi prima de 18 años lo espera con impaciente entusiasmo. Y por suerte tengo la certeza de que va a encantarle.
Todo un acierto de la editorial Principal de los libros. La visitaremos para conocer qué más títulos ofrece. Este merece un 10.