El Instituto Republicano Internacional (IRI), la ONG del Partido Republicano de EEUU vinculado a la CIA, disponía de unos 22 millones de dólares en la operación de desestabilización que llevaba en Egipto impulsando grupos “pro democracia” que defienden “cambios” convenientes a los intereses norteamericanos. Un mecanismo de subversión aplicado con métodos similares a todas las regiones del mundo, y en particular a América Latina.
Además de estadounidenses y egipcios, hay entre los detenidos ciudadanos serbios, noruegos, alemanes, palestinos y jordanos. Toda una legión para un festín de ONGs.
Los cooperantes están acusados de “crear ramas de organizaciones internacionales en Egipto sin los permisos del gobierno egipcio” y de “recibir fondos extranjeros ilegales”.
La justicia egipcia anunció el 5 de febrero que los casos de los trabajadores de estas asociaciones quedaban a disposición de la corte penal de El Cairo para ser procesados en una fecha ulterior.
La Fiscalía señaló que hay "pruebas serias" de que esas organizaciones practicaron actividades que violan la ley egipcia que regula su funcionamiento y que prohíbe, entre otros, la captación de fondos extranjeros.
El gobierno estadounidense amenazó a Egipto a través de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, como del secretario de Defensa y ex Jefe de la CIA, Leon Panetta, que la “persecución” de sus agentes norteamericanos podría provocar una congelación de los fondos de ayuda a Egipto.
El país debe recibir este año 1.100 millones de euros, destinados notablemente a lo militar.
“Estamos profundamente preocupados por estos informes y buscando una aclaración por parte del gobierno de Egipto”, dijo el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner. [Agencias]