Uno recuerda en su infancia parte de estos anuncios, de cine, televisión, radio, en los tiempos en los que estaba permitido dar aperitivos con alcohol a los chiquillos (los famosos vinos quinados), anunciar bebidas graduadas sin límite, utilizar de modo absolutamente sexista la imagen de la mujer. Nos trasladan a otra época, no necesariamente mejor, cuando en Gijón se alternaba en el Náutico, el Oasis, El Jardín o El Madrigal, cuando Casa Tino era el restaurante de referencia en la ciudad y en el hoy superpoblado barrio de la Arena, se instalaban las carpas del Cinerama.