El día después de nuestra ascensión hasta el Mueller Hut decidimos tomárnoslo con algo más de calma, decisión que el viento no compartió por lo que se dedicó a soplar con todas su fuerzas. Por lo menos hacía sol.
Empezamos el día caminando por el Hooker Valley, uno de los senderos más populares del parque nacional. Los del DOC tienen un caminito montado a través del valle que parece una autopista que, ahora en verano, está llena de chinos excursionistas. Estos chinos son distintos de los chinos que visitan ciudades porque, al no llevar viseras de plástico transparente, máscaras antiébola, guantes y un guía con paraguas, van algo más relajados e incluso saludan.
El camino transcurre a través de la típica vegetación subalpina de Nueva Zelanda y tiene un par de los típicos puentes colgantes que siempre encontramos por aquí. En este caso los puentes salvan el río Hooker, que es un río glaciar con un agua tan blanca que parece un batido de plátano.
Entre la velocidad a la que baja el agua y el viento que hacía, cruzar los puentes fue toda una experiencia extrema. Este es uno de los encantos peculiares de Nueva Zelanda: cuando la climatología es adversa las actividades al aire libre se convierten en mucho más interesantes. Ciertamente si vas a cruzar unos rápidos utilizando un puente colgante apetece un poco de marcha, para paseítos uno puede irse a cruzar los puentes de Madison con Clint y Meryl.
De camino al lago que se ha formado en el extremo del Glaciar Hooker debido a su rápido retroceso nos encontramos con el Alpine Memorial. Es una construcción de piedra en la que se rinde homenaje a los alpinistas fallecidos en el parque nacional, en la mayoría de casos ascendiendo o descendiendo el Mount Cook. Hay una plaquita de hierro por persona con el nombre, la edad, fecha, causa y lugar de la muerte. No contamos las placas, pero hay muchas. A pesar de no ser una montaña muy alta (menos de 4000 m), el Mount Cook representa un gran reto para cualquiera que quiera escalarlo.
Finalmente conseguimos llegar al Hooker Glacier, que está justo debajo del Mount Cook, que está en medio de un montón de nubes. A veces pensamos que el Mount Cook es un poco como las meigas, que haberlas las hay, pero nadie las ha visto. Esto tiene una explicación.
Prácticamente la totalidad de las perturbaciones atmosféricas (tormentas y vientos) se acercan a Nueva Zelanda por el oeste. La Isla Sur se encuentra divida longitudinalmente por su columna vertebral, la cordillera de los Southern Alps o los Alpes Neozelandeses. Esta cordillera se encuentra muy cerca de la costa oeste, por lo que los vientos entran a tierra desde el Océano Pacífico y automáticamente chocan con las paredes verticales de más de 3000 m de altura de los Alpes. Las perturbaciones se deslizan por el extremo oeste de la cordillera ascendiendo hasta las cumbres y rebotando hacia atrás como una ola en una escollera, generando enormes nubes que cubren la costa oeste de la isla.
Este fenómeno es el causante de la gran diferencia climática que existe entre la costa este y la costa oeste de la Isla Sur: ambas se encuentran separadas por menos de 200 km, pero la costa oeste de la Isla Sur es la región con mayor precipitación anual del país (entre 6000 y 10000 mm) mientras que la costa este es la más seca (menos de 400 mm). Nueva Zelanda es también conocida como el “país de la nube blanca” debido a este fenómeno atmosférico. Muy interesante.
Una vez visto el Hooker Glacier decidimos ir a comer al Tasman Glacier, el glaciar más largo de Nueva Zelanda con 27 km de longitud. Como todos los glaciares, está retrocediendo a marchas forzadas, por lo que en el lago que se forma en su extremo inferior (Lake Tasman) hay impresionantes icebergs (léase áisbers).
Hemos tenido suerte de poder ver este glaciar ya que su retroceso se ha acelerado mucho desde los años 90, alcanzando una media de 1 km anual de retroceso. Se estima que desaparecerá por completo dentro de unos 10 o 20 años. Esto no es únicamente culpa del “camibo climático” sino que está relacionado con el gran terremoto de 2011, que precipitó 40 millones de toneladas cúbicas de roca y tierra sobre el Lake Tasman que generaron tsunamis de casi 4 m de altura que erosionaron la parte inferior del hielo del glaciar, acentuando su retroceso.Ya de vuelta a casa paramos en Cromwell, pueblo famoso por sus melocotones, albaricoques, nectarinas, cerezas y ciruelas. Compramos albaricoques con los que Marina ha hecho conservas y unos cuantos melocotones que, a pesar de estar riquísimos, no alcanzan el nivel de los melocotones de Calanda. Enrique & MarinaEnglish versionAORAKI / MOUNT COOK NATIONAL PARK – HOOKER VALLEY AND TASMAN GLACIER
The day after the Mueller Hut expedition we decided to go for something a bit more relaxed. Moreover, the wind didn’t agree with our decision and was blowing like crazy from all directions. At least it was very sunny.