Apaches

Publicado el 22 septiembre 2014 por Aleon @Aleonpizarro
de Miguel Sáez Carral.




Título: ApachesAutor: Miguel Sáez CarralEditorial: Planeta, 2014Páginas: 637
Resumen oficial.
Lucha por lo que importa cueste lo que cueste
La familia de Miguel sufre un revés inesperado después de la muerte de su madre, el padre pierde el control de su vida y es estafado por sus socios. En un intento por salvar la economía familiar, se endeuda hasta llevar a todos los miembros a una situación límite en la que pierden la casa, ven embargadas sus nóminas y la cárcel se abre ante sus ojos como un horizonte real.
Desesperado, Miguel decide salvar a los suyos aunque le cueste la vida, tal y como le enseñó su padre. Vuelve al barrio en el que nació y, junto a su amigo Sastre, se sumerge en una espiral de robos, asaltos y asesinatos.
Cuando todo cobra un nuevo orden, aparece Carol, la amante del amo del barrio, la mujer de la que se enamora y pone en peligro todo aquello por lo que Miguel ha luchado.
Impresión personal.
Nunca hubiera escogido un libro con este título. No me gustan las películas del oeste, ninguna de las que he visto. Pero esta novela la tenía apuntada en mis "pendientes" desde que leí una reseña de Pedro de El búho entre libros sobre este libro y donde verifiqué que realmente no trataba sobre nada relacionado con el Oeste americano. El título en este caso es una metáfora de lo que en la infancia eran sus protagonistas: Miguel y Sastre, como tantos niños, jugaban a los vaqueros y a los indios en su barrio. Ellos siempre escogían ser los Apaches porque el padre de Miguel les decía que en realidad los buenos eran los indios. Los vaqueros blancos no eran más que unos ladrones que querían arrebatar a los indios sus tierras y su cultura. De aquí ya podemos extraer que los dos amigos desde su infancia uno de los valores que va a acompañarles durante su vida es el de la justicia, incluso, el de la venganza si ésta es necesaria para que haya justicia.

La novela está contada en primera persona por Miguel, el protagonista, un joven que de alguna manera ha conseguido, cuando lo conocemos, eludir un destino prefijado de delincuencia en su barrio, Tetuán, para convertirse en periodista y llevar una vida "normal" en una agencia de noticias, conviviendo con su novia en un apartamento fuera del barrio que le vio nacer y criarse. Por Miguel conocemos el curso de los acontecimientos desde que su padre sufre un infarto, gracias al cual sus hijos, Miguel y dos hermanas, se percatan de que está totalmente arruinado, de que sus antiguos socios lo han estafado y de que además tiene tal cúmulo de deudas que está a punto de perder su casa de toda la vida y su taller de joyería, además de llevarse por delante también el dinero de sus hijos y sus propiedades dejándolos a todos en "la calle". Ante esta situación, y después de explorar las escasas posibilidades de arreglar las cosas por la vía legal, Miguel nos cuenta como decide regresar a su barrio, a casa de su padre y apoyarse en su amigo de la niñez Sastre, para tomarse la justicia por su mano y vengarse de aquellos que han dejado a su padre en la situación actual y, de paso, solucionar todos los problemas de la familia.
Aunque el gran protagonista de la novela es Miguel, que es quien nos va contando todo lo que ocurre, el resto de personajes está perfectamente perfilado y cada uno de ellos es relevante en el papel que ocupa. Personalmente, me ha encantado la relación Miguel/Sastre, más por Sastre que por Miguel. Realmente, entre los dos hay una relación de hermandad desde la infancia pero mi idea de la lealtad se inclina más por Sastre que por Miguel. Siendo Sastre un delincuente de barrio desde la adolescencia es capaz de renunciar a relacionarse con Miguel para que éste pueda desconectar del mundo del barrio e ir a la Universidad, que no duda en ningún momento en aparecer cuando éste le necesita aún jugándose la vida o la libertad por su amigo, que cree en él siempre mientras que Miguel renuncia en su día a su relación con Sastre y se aparta de él y lo busca cuando se da cuenta de que no puede arreglar los problemas de su familia sin que su amigo le eche una mano con acciones ilegales que él sólo no es capaz de hacer por sí mismo. Acabas queriendo a los dos protagonistas porque los entiendes perfectamente, pero si tengo que elegir me quedo con la lealtad y la sinceridad de Sastre, a pesar de ser un delincuente.

Casas rurales en Tetuán

También aparecen otros secundarios muy bien integrados en la historia del barrio como el Dela, el Boris, Carol, el Chatarrero o las respectivas novias de cada uno de los amigos. También, Miguel nos presenta a su familia: sus dos hermanas que al final pasan de los problemas y dejan toda la responsabilidad de la solución en manos de Miguel aunque las dos censuren la manera en que lo está solucionando; y, sobre todo, su padre. Me ha encantado el gran amor que Miguel siente por su padre y por su familia hasta el punto de sacrificar toda su vida para protegerlos y vengarlos. Su padre es el gran héroe y el gran ejemplo de Miguel, un héroe vencido por la maldad de aquellos en quien confió y con los que se portó siempre bien. En boca de sus vecinos, todo un señor al que todo el mundo quiere y estima.
Puede parecer que Apaches es una novela negra y ciertamente tiene algunos ingredientes que la encuadrarían en esa categoría como la imagen de todo un barrio con su propia ley donde predomina el mal, una especie de mafia controlada por el chatarrero, los robos, asesinatos, etc. Pero, según vas avanzando, creo que predomina más la gran historia de amistad cruzada entre los personajes, sobre todo, la de los dos protagonistas y varias historias de amor diferentes, la de Miguel con su familia y su padre, la de Miguel con Sastre, la de Miguel con Carol y la de la propia gente con su barrio, con sus vecinos, con los suyos.

Torres de Madrid desde Tetuán

Porque otro de los puntos fuertes de esta novela es el barrio. Pocas novelas he leído que se desarrollan en Madrid donde un barrio se perciba con tantísima claridad. Tetuán es un barrio antiguo de Madrid, que como otros muchos, era en su día un pueblo independiente que fue absorbido por el crecimiento de la ciudad. Hay muchos ejemplos de ello en Madrid (Hortaleza, Canillas, Fuencarral,...) y se pueden distinguir porque cuando transitas por ellos en un momento dado desaparecen los bloques de pisos elevados y te encuentras con casas bajitas de una planta, tipo pueblo, calles estrechas o plazas minúsculas con su pequeña iglesia. Apaches sucede en esa época en que empieza a perderse ese sabor de barrio por el que aún lucha su gente, esa idea de vecindad que sirve a sus gentes para sobrevivir en muchas ocasiones, esos mercados antiguos donde todos los tenderos te conocen a ti y a tu familia y te preguntan por su salud, donde aún se echa en falta a la gente cuando no se la ve, etc. Ese es el Tetuán donde viven Sastre y Miguel en su infancia y que intentan cambiar los venidos de fuera, sin respetar lo que ellos llaman la ley del barrio.
Apaches es una novela muy bien escrita. Se nota que el autor sabe escribir guiones cinematográficos porque tiene un ritmo ligero y constante. No puedo decir que haya habido ninguna parte de su desarrollo que me haya parecido menos interesante. Es una novela muy dura en algunos momentos, donde se relatan hechos muy graves, sobre todo, cuando se aplica esa ley del barrio que te hace dudar de esos protagonistas a los que admiras por otro lado; pero también me he emocionado en muchas ocasiones con algunas de las escenas que se narran y me ha encantado ese hermanamiento de todo un vecindario en defensa de los suyos.
Apaches es de esas novelas que no quieres que se te acaben para no perder a sus protagonistas y cuando la terminas sientes una especie de vacío enorme durante unos días. Eso me ha pasado con estos "apaches", unos grandes indios que perdieron también su territorio en favor de la especulación urbanística y el expolio de valores como la vecindad, la hermandad y la amistad.