¿Apagar las luces?

Publicado el 28 marzo 2010 por Dean
En Madrid apagan las luces 3 millones de ciudadanos. ¡Claro! ¿Cuantos de esos ciudadanos han invertido el doble del coste normal en un coche híbrido? ¿Cuantos de esos ciudadanos, simplemente, van en bicicleta a sus trabajos?
Los ciudadanos de a pié del mundo estan perfectamente concienciados. Lo estaban también los campesinos medievales que pechaban para sus grandes señores. Estaban convencidos de que se debía acabar el feudalismo. Pero éste duró 1000 años.
Los que no están convencidos, hoy, de que debemos cerrar, mañana, las minas de carbón y los pozos de gas y petróleo son los nuevos señores feudales del siglo XXI. Y son esos, los que riéndose desde los rascacielos, mirarán esta noche, desde sus ventanas iluminadas,  a 1000 millones de personas que piden, otra vez, que acabe el feudalismo, el dominio del petróleo.
Recordemos cuando acabó aquel: En la sangrienta revolución francesa.
Una petición a los ayuntamientos de España: En vez de apagar las luces, ¿por qué no se sustituyen al menos un millón de farolas de bombillas halógenas por farolas de LEDs alimentados por celdas fotovoltaicas? Esto se puede hacer de hoy para mañana, y generaría unas decenas de miles de puestos de trabajo. En vez de cavar zanjas para volverlas a tapar (PER), trabajo productivo, ahorro de dinero, ahorro de emisiones de CO2. 
Y otra petición: No hace falta hacer carriles bici. En las ciudades americanas, los carriles bici son, sencillamente, una linea blanca en el asfalto, que marca la diferencia entre coches y bicicletas. Pero quien pisa la línea blanca pierde el carnet de conducir automóviles. La solución es fácil y barata.  Solo hay que tenerlos bien puestos para ponerla en marcha.
Para eliminar la polución, nada mejor que un regalo a los ciclistas: Cada ciclista que deje el coche en casa debe recibir cinco euros al llegar al trabajo. Ese dinero, que puede dar el estado, se recupera en un año, a base de los impuestos que el mismo estado carga en cada compra que los ciudadanos hacemos. Si el estado nos da 100 euros, los recupera en cuanto compramos 625 euros de cualquier cosa.  Y el ahorro en la sangría de dinero que sale hacia las petroleras saudies, nigerianas y venezolanas, y el ahorro en sanidad, compensan con creces esos cinco euros diarios por persona a los ciclistas.
Soluciones al cambio climático las hay. Son muy distintas del juego de apagar luces. Implican responsabilidad, en vez de actividad lúdica, implican decisión, implican, por parte de los gobiernos, tenerlos como se deben tener, y tener la gallardía de enfrentarse a los barones medievales que nos chantajean a todos.
La respuesta es de todos: No es apagar las luces. Es coger la bicicleta, asi llueva o haga sol, es substituir las farolas, es, en definitiva actuar en vez de jugar. (El Mundo)