Cada año, irremediablemente pero sin pensarlo, cuando ya han pasado las fiestas navideñas y nos plantamos a mediados de enero con todos esos propósitos y planes para el año, no puedo evitar mirar el primer semestre de esta manera:
Enero ya casi ha pasado
Febrero y marzo los cumples de las terremoto y la entrada al colegio
Abril semana santa y el cumple de la iaia
Y ya estamos en mayo y los primeros frios...pero a 8 semanas de las ansiadas vacaciones, el ansiado viaje, esa visita que me sirve para recargar energias como os contaba el año pasado.
El frio de chile no me gusta. Paso frio todo el dia. La calefaccion es cara asi que no abunda ni en tiendas, ni en oficinas, ni en las casas ni en ningún sitio. Paso frio en el trabajo, por la calle, en casa o donde sea. Pero cuando miro el calendario y pienso que quedan tres meses y medio de frio...veo esa fecha señalada. Esas vacaciones que son un oasis en invierno.
Vacaciones que no son vacaciones desde que somos tantos o incluso...desde que vivo lejos (pero eso queda para otro post). Pero son esos dias en que a modo exprés me pongo al dia con todos mis amigos de la vida. Que veo montones de caras familiares. Que vivo rutinas que me suenan familiares de antaño. Porque la gente cambia y cambian las cosas, pero hay cosas que siempre serán como las recuerdas: Paisajes. Personas. Ritos. Costumbres.
Esa oportunidad en el año en que puedo enseñarles a mis hijas mi casa, su otra familia y compartir con ellas unos dias de rutina alli. Siempre habia pensado que formaria familia alli asi que esos días cada año para mi valen oro.
Pero este año estamos a Mayo, y si ya el año pasado cuando adelantamos el viaje al otoño se me hacia dificil la idea de un largo invierno por delante...y de esperar más de un año para viajar de nuevo. Este año tengo que asumir que nos quedamos sin vacaciones. Nos vamos a saltar el viaje. No me he saltado un año entero la visita, creo que desde que vivo aqui nunca han pasado 14 meses sin ir.
Pero este año no toca. Los motivos son muchos y muy variados y no vienen a cuento (aunque sí viene a cuento que me parece mentira que el recorrido chile-barcelona-chile sea mucho mas caro que el barcelona - chile - barcelona) El viaje es caro, somos muchos, queremos ahorrar, y este año nos saltamos el viaje. Poco a poco voy diciendo en voz alta que no vamos a ir. Si lo repito más veces igual termino de aceptarlo...aunque me gustaria jugar a la loteria y ganarme el viaje.
Aunque cada vez que miro el calendario pienso "y si vamos igual y ya ahorraré más adelante?" Cada vez que mi hija habla del viaje a Barcelona, que está tan en su agenda como en la mía, se me hace un nudo en el estómago. Qué difícil es estar tan y tan lejos: no a unas horas de coche, ni de tren, ni un par de horitas de avión. 13 horas y una escala, y unas compañías aéreas que se aprovechan. Uno no se puede escapar un fin de semana, con suerte puedes ir una vez al año y gastarte tus vacaciones...y yo quiero ir.
Muchos de los extranjeros que viven aquí no vuelven cada año de visita, otros van dos veces. Quizá muchos piensen que exagero, que no es tanto saltarse el viaje un año. Que un año pasa rápido. Pero me da igual, porque así es como lo pienso. Si ya me cuesta en Navidad...Yo quiero ir, quiero pisar mi ciudad almenos una vez al año, quiero ver a mi gente almenos una vez al año. Que una vez al año ya es muy poco...
Cierro los ojos y pienso en oler el mar, en visitar el zoo, en la familia, en los amigos, en las tapas, las cañas, los frigo pie y los calipos, en los donetes o el croissant de chocolate de la panaderia, en el fútbol,.... y abro los ojos y pienso que más me vale hacer otros planes para el invierno, porque sino, si que se nos va a hacer largo. Toca echarte de menos unos cuantos meses más. El año que viene, ya veremos. Porque este año, no nos vamos (a menos que la Loto nos cambie los plantes claro...). A veces, vivir lejos, no es fácil.