"(...) El piso particular de Cornelius Gurlitt, muniqués de 80 años, encerraba un tesoro y una sorpresa para los agentes de Aduanas: 1.500 obras pintadas por lo más granado del periodo de entreguerras del siglo XX. Lienzos de Pablo Picasso, Emil Nolde, Henri Matisse, Max Beckmann o Max Liebermann. (...) El marchante Hildebrand Gurlitt tenía licencia del régimen nazi para tratar con el arte degenerado que las autoridades retiraron de los museos alemanes en 1937. Disfrutaba de un salvoconducto para entrar y salir de los depósitos berlineses, donde los esbirros de Hitler amontonaron más de 20.000 piezas requisadas de museos o colecciones públicas...ARTÍCULO