Las tumbas se han encontrado en la calle que transcurre entre la iglesia de Sant Julià y la de Sant Pere. Este hecho da a entender que se pueda tratar de dos necrópolis y cuando se inicien los trabajos arqueológicos puedan aparecer más.
Las tumbas se encuentran a un metro y medio del suelo de la calle y todas en fila con el talud. Este entierro, el más habitual entre los siglos XI y XVI, no acostumbra a llevar ajuar dentro de la caja, lo que dificulta la identificación de su antiguedad.
Una vez iniciado el estudio arqueológico se podrá empezar a ver indicios para poder fechar las tumbas, así como comprobar si dentro de las cajas hay apoyo para la cabeza o no. En función de este aspecto las tumbas serán más o menos antiguas.(Fuente: La Vanguardia)