Cuando me preguntan qué contenido o acción o red social puede ser una elección ganadora -si tuviera que elegir sólo una- suelo responder que trabajen la comunicación desde el video, aún a sabiendas que es una respuesta tópica a una pregunta sin contexto. Inmediatamente, la boca se hace mueca y sale la contrapregunta "pero ¿no tengo que salir yo en el vídeo, verdad?". Hay un miedo que desconozco cuan profundo o cultural es y lo veo enmarcado en Europa. Ya sea con el ex CEO de Volkswagen petrificado en cámera o la del ignoto profesional que se queda mudo, cuando unos y otros viven de la negociación mediante la palabra hablada y la mayoría de las veces, presencial. Ese temor al lente, no lo termino de entender.
Para un freelance (ya emprendedor, ya autónomo a secas), la apuesta es doble. Te tienes que ganar la visibilidad y no a golpe de talonario, con lo que buscas ser eficiente con los recursos que tienes. Los videos personales profesionales son parte de esas oportunidades vacantes. Ya sólo la timidez o desgano de tantos nos ofrece diferenciación que a su vez, nos devuelve visibilidad. Poner excusas a una oportunidad es lo contrario de ser eficaz. Pero el tema del video marketing y la preparación en la comunicación van conectadas. Va a más. Redford decía en 2008 que el futuro del cine estaba en las pantallas personales, en los móviles conviviendo con otras pantallas. Procesos.
Hablar correctamente en público era una necesidad para un político 3000 años atrás. Claro que se entendía que todos somos políticos, porque nos interesa lo que se hace de forma colectiva, con aquello que es de todos y de qué manera ello afecta a la convivencia. Por otro lado, e s interesante que la palabra idiota venga de "ciudadano egoísta que no le interesa el bien común". Un idiota es lo contrario de un político, aunque unos se hagan pasar por otros y en definitiva, muchos de los otros crean que son lo primero.
Llevamos más de medio siglo democratizando pantallas, donde antes sólo había espacio para líderes. Hablar correctamente en TV era una necesidad para aquellos que vivían de la opinión pública. A día de hoy, en cualquier país de Occidente se ven más horas de videos online que de TV y mas videos en el móvil que en el ordenador. Comunicarse correctamente desde el móvil de forma audiovisual podría ser la próxima barrera para definir al nuevo analfabetismo digital.
Aunque claro, con el tiempo puede que se confundan idiotas con políticos como se confunde aparecer en pantalla con comunicar en pantalla.
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