No es extraño que haya casos de indisciplina o faltas o como quieran llamarlo. Por lo general siempre hay una irresponsabilidad, ya sea con una ruptura de dieta, no estar concentrado para el partido o no descansar lo suficiente. Son cosas que uno nunca se entera.
Pero aparentemente lo que ha sucedido en estas últimas semanas en el equipo peruano es tan trágico y extraño, me refiero a las lesiones, que al final los periodistas han terminado por decir en sus espacios que “hay jugadores que no tienen el mismo compromiso que los que jugaron en Montevideo”. Y la acusación va dirigida hacia los “europeos” que no estuvieron.
En el programa “Entre Peloteros” de Red Global fueron muy claros en decir: “Jugador que no quiera venir a la selección, que no venga”, luego en “TVPerú Deportes”, los conductores lanzaron una información que tiene que ver con Jefferson Farfán y una supuesta indisciplina después de indicarle que estaba descartado para el partido en Montevideo (habría sido visto comprando licor). Y en general, todos los medios peruanos critican la falta de compromiso de los jugadores referentes.
Pizarro, Farfán, Vargas. Tres jugadores que no estuvieron en esta fecha doble y que hoy son criticados por la prensa y acusados de supuesta indisciplina. Y es que las lesiones a una semana del inicio de la 5° fecha golpearon y empezaron las especulaciones.
Caso Pizarro
Pizarro al ser capitán de la selección, tiene otro tipo de compromiso, el compromiso de liderar a un grupo de jugadores hacia la victoria. Pero parece que a Claudio poco le importa eso. Parece. Ya que arriesgó su supuesta lesión (que tiene hace meses) al viajar a España para firmar su contrato y luego decir textualmente: “El Bayern no me hubiera hecho el contrato con la lesión encima”. Con estas palabras, Pizarro deja entrever que jugó contra Nigeria (ya lesionado) para hacer una “pantalla de humo” hacia Europa, firmar el contrato y luego declarar que arrastra una lesión desde meses atrás para salir bien librado de ambos frentes. Además su ausencia con el plantel para el partido contra Uruguay e irse a Alemania para unirse a su nuevo club ha sido la “cereza del pastel”. Es el más cuestionado por esa acción y en general por lo que ofrece con la camiseta.
Caso Vargas
El hincha conoce las ganas y la entrega de Juan Manuel cada vez que juega por la selección. Es empuje y ganas, porque todo lo demás lo ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Su problema pasa por la disciplina de trabajo. Vargas no ha vuelto a recuperar su físico y aunque le moleste a él hablar de eso, es un hecho que con la lesión que tiene le será más difícil volver a un nivel de selección en un corto plazo. La prensa también habla de que el “6” no sigue el cronograma establecido para su recuperación y que por “asuntos familiares” cambia constantemente los horarios. Aunque se quiere que juegue, con el nivel de ahora no aportaría mucho al trabajo táctico del equipo. Y si no puede hacer el sacrificio para mejorar físicamente y aportar al equipo, tendría una falta de compromiso con el plantel.
Caso Farfán
Es el caso más sonado y seguramente, si se confirma todo lo que dice hoy la prensa, será el más criticado y posiblemente terminará mal para él y para el equipo. Jefferson fue un irresponsable por no seguir la dieta indicada y comer mariscos (el preparador físico lo confirmó al diario El País), lo que precipitó que no llegué definitivamente al partido contra Uruguay. Una irresponsabilidad total. También se dice, y sería lo más grave, que luego de que Sergio Markarian confirmará su ausencia en Montevideo, el jugador fue visto (jueves) relajándose y sin ninguna preocupación por lo que pueda suceder el domingo. Lo que resulta lamentable es que Jefferson Farfán forma parte de los “perdonados” por Markarian, luego que cometiera un acto de indisciplina en Panamá (junto con Manco y Galliquio) y el técnico lo tachara de la selección. Parece que no sabe aprovechar las segundas oportunidades o parece que no aprende la lección
Pero, ¿Qué pasa con Guerrero? Parte de este grupo de “europeos” que tendría que ser la base para el equipo titular de Perú. Paolo Guerrero es el jugador diferente del equipo, quién tiene a la selección por encima de todas las cosas. Cada vez que viene, se esfuerza en cada entrenamiento y en cada partido. No busca aplausos, busca ganar, busca lo mejor para el equipo. En realidad todo pasa por un tema de compromiso, compromiso con el cuerpo técnico, con el plantel, con los hinchas y con uno mismo.
Tres jugadores que hoy deberían ser los abanderados de una selección que pretende borrar la mala imagen, ganarse el respeto y empezar a competir, luego de la desastrosa campaña las Eliminatorias pasadas, hoy son criticados y cuestionados si deben seguir vistiendo la camiseta de la selección. Las ganas, el empuje y la entrega a veces no son suficientes, pero tener jugadores que vienen por cumplir es mucho peor.