Apego Vs Independencia

Por Maternidadconsciente @MaternConscient
Cuando comencé a criar a mi hija bajo las pautas del apego, con todo lo que ello implica (upa, colecho, portabebé, lactancia a demanda, mamá a demanda, juego a demanda, dormir abrazadas y muchas, muchas cosas más, una más hermosa que la otra) escuché, por supuesto, opiniones en contra de mi decisión de madre (y nuestra decisión de padres, porque Dante siempre fue fiel compañero en esta paternidad consciente). 

La mayoría de las críticas eran duras: se va a malcriar, vas a perder la intimidad de pareja, va a ser muy "mamera", se va a hacer caprichosa, no vas a poder hacer nada, vos también necesitas tu espacio, tu leche es agua, no la vas a alimentar lo suficiente, no tienes tanta leche, te vas a quebrar la espalda cargándola así, y otras ternuras por el estilo. Yo, taurina terca, como soy, me inflaba más con cada crítica y seguía buscando motivos para hacer todo con más insistencia que nunca. Porque estoy ensañada en demostrar que la crianza con apego no va en contra de la independencia del niño, sino todo lo contrario, la independencia del niño es una consecuencia del apego seguro. Solo un niño que tuvo lo que necesitaba, cuando lo necesitaba y en la medida que lo necesitaba, solo un niño que fue escuchado, atendido y amado, que fue respetado en sus tiempos, en sus espacios y en sus aprendizajes, sentirá la seguridad para abrirse paso solo, para crecer sano, para madurar y gozar de una autoestima plena. Ahí viene la segunda parte de nuestra tarea de madres con apego: soltar. Criar con apego no es criar malcriando ni anulando al niño, sino respetar sus tiempos. Entonces, cuando el niño necesita madre, darle madre; cuando el niño necesita padre, darle padre, cuando el niño necesita jugar solo, dejarlo jugar solo; cuando tiene ganas de quedarse con la abuela o la tía, permitirlo; y cuando ya entra en la fase de socialización y necesita jugar con otros niños, permitir esta evolución. Quién nos avisa cuando es tiempo para cada cosa? Nuestro hijo. Así de fácil... y así de difícil. Porque solamente una madre que atiende y atendió siempre las necesidades de su hijo con la empatía suficiente, sabrá identificar los cambios en esas necesidades. En mi historia particular de crianza de mi Victoria pasó que ella necesitó mucho de mí, pidió cuerpo materno hasta el cansancio: mi cansancio, el cansancio del papá, que quizás se sentía muy excluido en la crianza, porque ella solo me quería a mí, y hasta les diría que el cansancio de la familia entera, porque todos querían compartir un poco más con ella: sus abuelas, abuelo, padrinos, tías... Pero ella no quería. Y yo la tuve que respetar. Nunca quiso upa de nadie más. Hasta que empezó a querer. Y ahora que lo quiere, también la tengo que respetar, apoyar y soltar... Hace ya varios meses que comenzó el apego con Dante. Es él quien le da de comer la mayoría de las veces. Cuando él llega, ella lo recibe con gritos y sonrisas y pidiéndole upa con urgencia. Salen juntos a pasear y ella se aferra a él como antes solo se aferraba a mí. Un tiempo después hizo el vínculo con su hermano Josué, con quien se ríe a carcajadas por sus ocurrencias. Él es quien le canta, le hace caras y la entretiene jugando. Y paulatinamente empezó a hacer vínculo íntimo con el resto de la familia: con mi mamá, que pasó varios días en mi casa; con la mamá de Dante, que le muestra videos musicales en la compu; con mi hermana, que se tira en el piso a jugar con ella... y así va encaminándose a ser una nena independiente, marcando sus propios tiempos. No es apego vs independencia... es apego para lograr la independencia. El que esté en contra, que traiga prueba suficiente de sus dichos, que podré estar en pausa pero sigo siendo abogada. 
Vos que opinas del apego?