Algunos autores, aunque Diego no se termina de creer que ya lo sea, aparecen de pronto y se les empieza a conocer. Da igual si tienen mucho o poco trabajo a sus espaldas, lo que importa es la calidad y el carisma del mismo. Esto es lo que pasa con Diego Pérez Galindo, que poco a poco va resonando más y metiendo la cabeza en una industria que es, sin duda, muy complicada y difícil.
Diego Pérez Galindo durante Expocómic 2012. Fotografías de Doc Pastor.
Antes estábamos charlando sobre el mundo del Arte Contemporáneo, me parece que es un buen punto para empezar.
Sí, lo dejé, realmente sigo con ello pero desde un punto vista distinto. Ahora me planteo un futuro con más seguridad, que es hacer unas oposiciones o ser profesor. Yo estoy con un doctorado a ver, pero a la vez retomo contacto con Roger Bonet que me dijo que me pusiera con el cómic. Le mandé un primer dibujo y se puso a reír, la verdad es que era una bazofia. Yo tenía la idea de este mundillo de cuando tenía doce años y no era así.
Te tocó cambiar de mentalidad.
Totalmente, tenía que re estructurarme. Yo pensaba en algo muy rápido de los ochenta y así, pero cuando él vio lo que me mandé me dijo que si yo no hacía cuadros, que sabía dibujar y qué me había pasado. Claro, que no, él me dio un par de directrices intuyendo por dónde quería ir yo con ese dibujito de mierda.
¿Puedo verlo?
No, no. No te lo voy a pasar, que es solo para reírme yo. Algún día lo colgaré, pero no ahora que me hunde. Yo me emocioné y pensé que el mundo del cómic me iba a aceptar muy rápido, y no fue asi, en absoluto.
Tampoco hace tanto de esto.
Hablamos de hace unos tres años, algo más realmente. Ahora estoy en ello. Yo seguí mandándole pruebas y me daba consejos, ideas, me decía que me fuera a comprar cómics para ver qué se hacía hoy.
Estabas bastante desconectado.
Un poco. Empecé a comprarme y claro, hay muchos autores. Los que seguía de pequeño habían evolucionado mucho, algunos estaba estancados también, y otros tantos que yo no conocía.
Hay algunos que hacen auténticas maravillas.
Claro. Y cuando yo veo eso me dio cuenta, había que estar horas y no se podía hacer en unos minutitos. Además de una competencia brutal y bestial.
Además has entrado en un momento en que no es igual que antes, ahora trabajar para fuera y para grandes editoriales es un hecho cotidiano.
Los que salen de un lado, máquinas que venden miles de copias al mes, están haciendo cosas para editoriales más pequeñas que no son ni Marvel ni DC. Tengo los primeros números de Marvel UK y era algo sorprendente que alguien lograra estar allí, había muy pocos. Pacheco, Larroca y otros, toda una generación que a nosotros nos abrió las puertas. Pero sigue siendo complicado.
¿Y cómo te reciclaste?
A base de horas. En nueve meses ya estaba, la suerte era la formación. Estaba acostumbrado a pintar cuadros de dos metros, y pasé a viñetas en un A3, pero la disciplina y los conocimientos los tenía. En ese tiempo tuve varias portadas para mostrar y me salió un encargo. Y pensé que nada, ya a un paso del estrellato, a codearme con los grandes. Qué iluso. Fue poco a poco y con mucho trabajo. Yo estoy alucinando que la gente me conoce y apenas llevo nada por aquí.
Mejor, ¿no?
Yo estoy encantado, pero me considero un neófito total.
Ahora trabajas con El Torres, que lo hace todo para fuera.
Sí, le enseñé mi trabajo, le gustó y me pidió una portada. Me propuso hacer tebeos, lo que es el interior y no solo las portadas, y con dos tomates en el frigorífico le dije que sí. La verdad es que estoy aprendiendo mucho y te lo pasas muy bien, siempre que te guste estar encerrado en casa, con un tío con un látigo golpeándote doce horas diarias.
Parece que los que estamos en casa nos dedicamos a ver películas y comer palomitas.
Yo apenas estoy empezando a considerarme autor y ya me molesta lo de “ah, tú estás todo el día en tu casa haciendo dibujitos”. Es un poco ya cansino, pero es así.
¿Y en qué te ves en unos años?
Te voy a ser sincero. Al principio pensé que la cosa iba a ir muy rápido, y no fue así. Probablemente lo que pasará es que siga publicando, si hay suerte, que los grandes siguen ahí. Por suerte El Torres es muy grande, y siempre tiene vías alternativas. Pero dentro de cinco años, no lo sé.
Doc Pastor
Periodista/Fotógrafo. Cine, cómic y lo que toque. Fundador de Ruta 42 / La Encuadre. Coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki. Mis opiniones son mías. Valladolid - Madrid - Narnia ·
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