Estudiantes pasó por encima a River y lo goleó como visitante por 4 a 0. Las ausencias de Verón y Pérez no se sintieron y el conjunto pincharrata está cada vez más cerca del título. Deberá esperar hasta el partido del domingo contra Arsenal, ya que Vélez hizo lo suyo y le ganó a Huracán por 2 a 0.
El primer tiempo comenzó con un ritmo frenético. Al primer minuto, Gastón Fernández, una de las figuras del pincha estrelló un tiro en el palo. Unos segundos más tarde el conjunto visitante, después de un tiro libre y un cabezazo excelente de Leandro Desábato, enmudeció a todo el monumental y se puso 1 a 0 arriba, un resultado sorprendente en los primeros minutos del encuentro.
Por el lado del conjunto local, las acciones transcurrían de la mano de Erik Lamela quién a los 9 minutos respondió con un tiro libre que dio en el palo. Transcurridos estos minutos, el ritmo del partido frenó. El mediocampo de Estudiantes encabezado por Braña controló los avances del equipo millonario, sumado a la buena participación de la defensa que supo ingeniárselas para contener a Funes Mori y Pavone, por primera vez juntos en la era de J. J. López.
Estudiantes fue siempre superior a River, que nunca encontró la forma de penetrar al equipo rival. Al según minuto recuperado Braña, el mejor jugador del primer tiempo, metió una pelota excelente para Núñez que le entregó un centro al pie a Matías Sánchez, que convirtió el segundo gol de su equipo. El pincharrata se iba 2 goles arriba al descanso, un resultado impensado para muchos.
En el segundo tiempo, cualquier ilusión de un hincha millonario se derrumbaría en los dos primeros minutos debido a que después de una falta Maidana, recibiera la segunda tarjeta amarilla y se tuviera que ir del campo de juego e inmediatamente Benítez colocaría un centro desde la izquierda para la llegada de Rojo, quien convirtió el tercer gol para la visita, segundo en su cuenta personal en lo que va del torneo.
Estudiantes se hacía dueño del balón, cuando Gabriel Mercado a los 11 minutos sentenciaría la goleada de su equipo después de un cabezazo inatajable para el arquero Carrizo, que poco pudo hacer en el partido.
Los ingresos de Juan Manuel Díaz y Lanzini no pudieron modificar el accionar de su equipo que se veía ampliamente superado por Estudiantes, que a partir de aquí y hasta el final del cotejo se defendió con la pelota. A los 29 minutos River tuvo la oportunidad más clara de todo el partido, en los pies del joven Lanzini después de la única desinteligencia defensiva que tuvo Estudiantes, pero su tiro se fue junto al palo izquierdo de Agustín Orión que no pasó mayores sobresaltos.
Estudiantes consiguió, quizás, los tres puntos más difíciles que le restaban para coronarse en este Apertura. Dominó todas las acciones del partido y fue justo merecedor de la victoria. El conjunto de J.J. López venía mejorando su nivel, pero se encontró frente a un verdadero equipo que quedó a un solo paso de ser campeón.