Apertura 2010: cada vez peor

Publicado el 27 octubre 2010 por Elacertijo
Por Guido Plotnik

El rendimiento de River en el campeonato nunca había sido satisfactorio. Pasajes de buen fútbol mezclados con una dosis de sacrificio y ganas de salir de esta difícil situación eran en lo que se sostenía el equipo de Cappa para ilusionarse con pelear arriba. Luego de doce fechas, se vio que River no está preparado para un objetivo tan alto.

Giovanni Moreno demostró más que nada en el primer tiempo, que hoy en día es uno de los mejores jugadores del fútbol argentino. Racing depende exclusivamente de su talento y gracias a él se fue en ventaja al descanso. El colombiano recibió la pelota en el área, con su enorme calidad dejó atrás a Arano y venció a Carrizo con un zurdazo al segundo palo para abrir el marcador. Al Millonario le costó mucho generar juego (un déficit a lo largo del certamen). Ortega lució apagado como en los últimos encuentros, a Lamela pareció afectarle tanta exposición mediática y Rojas siguió sin aprovechar sus chances.
Cappa siguió con su costumbre de realizar cambios en el entretiempo y metió a Buonanotte por Ortega y a Ferrero por Arano. En principio se podría decir que las modificaciones le dieron resultado, ya que a los 40 segundos, Buonanotte empató el juego con un fuerte remate al primer palo de De Olivera. River fue a presionar arriba motivado por la igualdad, pero sus limitaciones no le permitieron crear mucho peligro.
La gente de Racing se habrá quedado con un gusto amargo pensando que con un poco más de audacia se podría haber llevado los tres puntos. Russo no abandonó nunca su equilibrio y no se animó a buscar el partido. Los dos conjuntos tuvieron alguna oportunidad de ponerse en ventaja, pero De Olivera le tapó un remate a Pavone y Bieler desperdició su chance.
Ya en los minutos finales, los dos se terminaron conformando con la igualdad. Racing suma, se aleja del promedio y sueña con la Copa Libertadores, mientras que River ya se despidió de la lucha por el título, pero la alarmante falta de juego y los silbidos de la gente, ponen un signo de interrogación en el futuro de Cappa y varios jugadores.