Pudo haberlo ganado como pudo haberlo perdido. No jugó bien en el primer tiempo, pero levantó y casi se lo lleva en el segundo. River empató y casi sin darse cuenta quedó solito arriba con 10 puntos. Un puntero inesperado.
El equipo de Cappa llegaba a La Paternal afilado y con ganas de mantenerse en la cima, mientras que los de Troglio buscaban la primera victoria en el campeonato. Argentinos dominó la primera etapa de la mano de Mercier (Ortigoza ausente por expulsión) y con un equipo bien plantado, firme en la marca. Por el lado de los de Núñez se vio un Ortega intentando, pero con pocas ideas, mientras que Buonanotte estuvo muy desenchufado, como en todos los juegos anteriores. El Bicho llegó algunas veces al arco defendido por Carrizo, pero el ex Lazio demostró lo importante que es para este equipo. Se fueron al descanso en cero.
Para los segundos cuarenta y cinco minutos, River cambió un poco la actitud y empezó a crear peligro. Ingresó Lanzini que le otorgó más frescura al equipo, aunque el Millonario asustaba sólo con centros y jugadas aisladas. Los de La Paternal se pararon bien de contraataque y tuvieron un par para ponerse en ventaja, pero no supieron aprovecharlas. Los arqueros siguieron respondiendo y el marcador se fue vacío. Aunque ahora River, los mira a todos desde arriba.
Los de Núñez se retiraron del estadio con gusto a poco, pero más tarde la victoria de Boca sobre Vélez, le entregó la punta en soledad como hace muchísimo tiempo no sucedía. El Tiki-Tiki que pretende Cappa aparece muy de a ratos y la ilusión de ver un equipo parecido al Huracán del año pasado suena más a utopía que a realidad, al menos por ahora. Pero en este fútbol argentino alcanza con poco y River es líder. Sueñe hincha millonario.