Podemos dar por inaugurada la 65ª edición de Cannes. Fue el director de Los Tennembaus quien se encargó ayer de abrir el evento con su película Moonrise Kingdom, que recibió opiniones heterogéneas entre público y crítica, definiéndose para algunos como lo mejor de Wes Anderson hasta el momento, y para otros como una cinta que sin ser del todo un truñito, no supera las expectativas. Así que el jurado oficial del Festival, que cuenta entre sus filas con ilustres nombres como Alexander Payne, Ewan McGregor, Diane Kruger o Jean-Paul Gaultier, entre otros, ya tiene el primer caramelito degustado y no parece que vayan a tenerlo fácil. El que parece que no se lo está pasando nada mal es Sacha Baron Cohen, que ya está liando de las suyas en la ciudad francesa para promocionar El Dictador. El festival se ha cobrado ya su primera polémica también, pero esta vez no ha sido gracias al cómico-crítico británico, cuyos circos ya no sorprenden, sino debido a un colectivo feminista.
Conoce los detalles sobre las reacciones y las anécdotas de la apertura, tras el salto.
Como decíamos, Moonrise Kingdom ha levantado una multitud de opiniones contrapuestas. Recordemos que la película cuenta con las actuaciones de Bruce Willis, Edward Norton, Bill Murray, Harvey Keitel o Tilda Swinton, entre otros, y que se centra en dos niños que descubren el amor en una islita neoyorkina que sólo sirve como campamento de boyscouts. Pecata minuta no parece desde luego y dicen las lenguas que el fallo se encuentra principalmente en el guión, erigido por el propio Anderson y Roman Coppola, hijo de papá Francis, al que el amigo Wes agradece las notas de humor del script. Gracias al menos a este film, pudimos disfrutar del enorme Murray paseando por la alfombra, seguido de Norton, Willis y Swinton.
De quien se esperaba una llegada memorable es de Sacha Baron Cohen, que ha empezado a revolucionar el ambiente afrancesado con excentricidades como pasearse en camello o dar el espectáculo sobre un yate enseñando cachete con la modelo Elisabetta Canallis. Así da gusto promocionar The Dictator.
A pesar de que ayer no vimos a Lars Von Trier por ahí, la primera polémica de esta edición ya ha ocurrido. Un grupo de feministas de esas a las que un anuncio de compresas les parece sexista ha criticado la falta de mujeres directoras entre los nominados, y como bien ha respondido Diane Kruger, "las mujeres siempre han sido bien recibidas en Cannes y, simplemente, este año no hay".Y es que la cuestión responde a una verdad estadística, ya que también hay menos féminas de cierta influencia en la dirección. Tiempo al tiempo.
Hoy toca la proyección de la esperadísima Rust and Bone de Jacques Audiard, protagonizada por la bellísima Marion Cotillard y Matthias Schoenarts. Un dramón como la copa de un pino en el que una mujer que trabaja en un empleo tan corriente como es el de domadora de orcas, se cruza con un hombre que lleva un difícil vida con su hijo de 5 años. La pareja acaba manteniendo un breve romance pero se distancian y a los años se reencuentran, pero la chica ha perdido las piernas y él hará todo lo posible por ayudarle a recuperar la pasión por la vida. Lágrimas y mocos a tutti.
A la francesa, acompañará también la cinta del egipcio Yousry Nasrallah, After de Battle, que suena a pereza, pero quién sabe, puede sorprender. Retrata la desafortunada vida de un antiguo miembro de las fuerzas armadas responsables de las violentas cargas contra los manifestantes en la plaza Tahir en febrero del pasado año, reflejando al mismo tiempo el inestable contexto que se vive en Oriente Próximo.
Para terminar, os dejamos algunas de las mejores imágenes que ha deparado la apertura del Festival de Cannes. Nosotros seguiremos al loro de todo lo que se cueza por tierras francesas.
Sacha Baron Cohen. El tipo gana dinero con esto.
Bill Murray. "Tengo que hacer todo lo posible para que no fijen en mi cara".
Wes Anderson. Su cine es rarito, pero como podéis ver, él es el tío más normal del mundo.
Los jurados Jean Paul Gaultier, Diane Kruger y Ewan McGregor.
Con Tim Roth, porque los años no pasan igual para todos.