Sergi de Meià emprende una nueva aventura en solitario con la apertura de su restaurante en Barcelona. Un proyecto personal donde apuesta por una cocina catalana 100% de proximidad, encajando con la filosofía de slowfood. Más del 60% de los productos crecen a un máximo de 100 Km a la redonda, la mayoría provienen de producciones pequeñas que no utilizan transgénicos y las especies, azúcares o chocolates son de comercio justo y ecológicos.
En la calle Aribau, Sergi de Meià da un giro de tuerca a la cocina catalana sin que ésta pierda su esencia, recuperando recetas de toda la vida pero introduciendo nuevas técnicas. Arroces, Suquet de Pescado o Pollo Rustido a la Catalana son algunos de los platos que encontraremos en su carta, además de cordero, pescados de lonja, setas, verduras y sugerentes postres, siempre recogiendo los productos más cercanos y de temporada. Se puede visitar el restaurante para hacer un “esmorzar de forquilla”, de los que ya hemos oído maravillas o bien un menú de martes a jueves a mediodía por 21,50 Euros. Siempre tendremos a nuestra disposición la carta el resto de días por un precio medio de 50 Euros.
Sergi nació en Esplugues, hace 33 años, pero se siente hijo de Vilanova de Meià, en Lleida, donde pasó los veranos de su infancia. Se crió entre los fogones del restaurante familiar que su madre regentaba. Estudió en l’Escola de Restauració i Hostelatge de Barcelona, y en L’Ecole d’Hotelerie des Pirenees. Inicia su curriculum trabajando en el restaurante El Rusc de Andorra, La Torre del Remei en Puigcerdà, Rudges Hotel (Australia), Akelarre (San Sebastián) y el Racó d’En Freixa (Barcelona). Como jefe de cocina, trabajó en Reno desde el 2001 hasta el 20014 y continuó en L’Excellence de Andorra y Barcelona, Aman-pulo (Filipinas) y Fishhh!!. Monvínic, uno de los mejores restaurantes de vino del mundo. es quizá donde Sergi se da más a conocer y adquiere su público más adepto.
Una nueva oferta con muy buenas referencias que anotamos en nuestra lista de pendientes para ir a visitar y contaros que nos encontramos allí. Lo que hemos visto y leído pone el listón muy alto. Le deseamos toda la suerte del mundo a Sergi en este proyecto del que podemos disfrutar todos, aunque estamos seguros que no la necesitará. Donde hay un buen trabajo…la suerte ayuda, pero no determina.