Sin internet, estamos perdidos. Al menos ahora, hace diez años aparte de para mirar el correo no lo usábamos para mucho más.
¿Pero qué ocurre si una noche, en plena hora punta internetil, una compañía tiene problemas a nivel nacional? El Apocalípsis. La gente intentando entrar a webs, preguntando en foros, tirándose de los pelos porque ya se veían leyendo una novela antes de ir a dormir.
La respuesta la tenía Timofónica. Era la culpable y a mí en esos momentos me venía a la mente la imagen de los afectados gritando consignas en Gran Vía, como por ejemplo "¡Timofónica, dimisión!" o "¡Manos arriba, esto es un atraco!" Porque si con lo que se paga al mes por la conexión, pasan estas cosas... es mayor tomadura de pelo de lo que ya es.
El país se paralizó la pasada noche, literalmente. Bueno, solamente los que tenemos Timofónica. Si es que somos únicos. Si no damos la nota, no nos quedamos contentos.
Esto me hizo pensar: ¿qué pasaría si internet dejara de funcionar más tiempo, unos días por ejemplo? Seguramente asistiríamos a suicidios colectivos, informáticos en pie de guerra, frikis invocando al Dios Internet, hackers sin profesión... y la Sinde y SGAE contentísimos porque así no habría pirateo.
¿Veríamos la televisión? ¿Leeríamos y nos volveríamos más cultos? ¿Saldríamos a la calle aún a riesgo de cegarnos por el sol? ¿Volveríamos a interactuar con la gente en persona? Todo esto son suposiciones, porque seguramente lo que pasaría es que habría unos cuantos que se montarían su propia red de conexión a internet, otros llamarían corriendo a la competencia, con lo que se colapsarían las líneas telefónicas de las compañías, otros robarían wifi del vecino o cogerían el de la calle... cualquier cosa antes que dejar la vida 2.0 y volver a la vida 1.0.
Animales de costumbres, animales tecnológicos.
p.d: ¡Timofónica, dimisión!