Con más ganas que dinero (45-60.000 euros) y tras 4 meses desde el comienzo de rodaje, el director canario Vasni Ramos hace su debut en el mundo del cine con Apocalipsis Voodoo. Esta nueva película de cine B (o cine comercial de bajo presupuesto) nos sitúa en Los Ángeles de los años 70. En la historia, una pareja de inspectores de policía deberán convertirse en maestros de kung fu para hacer frente a hordas de zombis comandadas por un malvado dios haitiano. ¿Cómo te quedas?
Las películas de cine B poco a poco están haciéndose un hueco en nuestro repertorio, en parte gracias a la difusión incansable de los productores de Cutrecon, y este film se merece ese sitio. No nos engañemos, el cine cutre no es para cualquier público. Una buena diferencia con el cine habitual es que tienes que poner de tu parte para disfrutar de una peli. No me refiero a verla ciego de alcohol.
No me refiero solo a verla ciego de alcohol.
Me refiero a aceptar la baja calidad de los efectos como un distintivo y acoger las ganas de los actores que muchas veces ni siquiera se dedican a eso. No es este caso, en que gan parte del elencolo forman consolidados cómicos del archipiélago.
Pero volvamos a lo que nos ocupa. En Apocalipsis Voodoo, el inspector Vargas ( José Ramallo) pierde a su compañero en un tiroteo y abandona la policía para dedicarse a peleas de lucha libre mexicana. Entonces, el inspector White Chocolate ( Sergio Gerson Ramos) le convence para regresar y acabar con el asesino de su compañero, un mafioso que, herido de muerte en el tiroteo, se entrega a la posesión de un dios haitiano, Papá Voodoo ( Víctor Hubara). Papá Voodoo, a través de su música funk, convierte a la gente en funky zombies con los que poder dominar el mundo. Los protagonistas deberán dominar las artes del kung fu para poder empuñar las ancestrales espadas capaces de acabar con el líder de los zombies y que la paz vuelva a L.A.
Por si fuera poco, la película está grabada enteramente en inglés. Con acento canario. Y subtítulos; menos mal por los subtítulos. Tiros, explosiones y demás efectos hacen de esta peli las delicias de cualquier amante del cine malo. Y más aún; nos prometieron ninjas. Yo no vi ninguno. Debían de ser muy buenos.
Y como cameo especial, Paco Fox comiéndose un moco. La guinda de este pastel.
Pero bueno, en definitiva, creo que el séptimo arte va más allá de gastar millones en algo que vender. Necesita echarle ganas y querer lo que haces.
En este sentido, yo creo que Apocalipsis Voodoo puede valer billones.