En esta segunda entrega, seguimos con las aventuras de nuestro abogado superviviente del Apocalipsis, que ha arrasado la tierra. El libro comienza haciendo un resumen exhaustivo del primer libro, páginas que yo me salté. No creo que haya nadie en su sano juicio que comience una saga por el medio o el final, es incomprensible.
El cambio de editorial trajo consigo otros cambios sustanciales de la novela. En esta nueva entrega se ha perdido la estructura de diario, con diversas entradas, y es más una novela al uso. Creo que esto hubiera sido un error, ya que le daba cierta agilidad a la historia, sino lo hubieran compensado con un factor importante. ¿Y cuál es éste, os preguntareis? Pues este nuevo elemento introducido es la relevancia que le otorgan a otros personajes, pudiendo ser un zombi o un policía corrupto, lo que nos permite tener la visión diferente de la historia, dependiendo del personaje. En ocasiones son personajes transcendetales para el desarrollo de la historia, y en otras simplemente es un pequeño matiz, que le da más realismo a la trama.
Nuestro protagonista, vestido con su neopreno, junto con su nuevos compañeros y su inseparable gato Lúculo, vaya lo queme reído yo con él, seguro que al final es el único que sobrevive, intentan llegar al último reducto libre de No Muertos del mundo. Cuando lleguen, tal vez no sea lo que ellos se esperan; las cosas allí están caldeadas y los recursos son cada vez más escasos. El mayor enemigo del hombre, es el propio hombre y tal vez no necesiten a los No Muertos para acabar con la humanidad, aunque ayuden.
Algo que tengo que agradecer es la reducción considerable de tacos en esta segunda parte, a lo mejor es otro beneficio del cambio de editorial, quién sabe.
Eché de menos todos esos momentos de total angustia al que estaba acostumbrada en el primer libro. Aquí las cosas suceden más despacio, hay menos acción. Tal vez sea un poco sádico por mi parte pero me encanta cuando los protas lo pasan mal, es cuando más emoción tiene el asunto.
En general, al igual que la primera parte, es un libro muy recomendable para los amantes de la literatura Z, con menos sangre, eso sí, pero con suficiente intriga como para querer leer la tercera y última parte.