Apología de los gafosos.

Publicado el 20 diciembre 2012 por Itxasomardones @ItxasoMardones

"Los amigos son como las gafas: te hacen parecer inteligente pero se rallan enseguida. A veces, uno encuentra gafas que molan. Yo tengo a Sophie"

(Quiéreme si te atreves)

La comparación más habitual es con las azafatas del "Un, dos, tres". Pero me han llamado gafosa. Y cuatrojos. Y Betty la fea. Cuando se me empañan los cristales, la gente se acuerda de Rompetechos. Los que no saben es que yo soy una gafosa orgullosa y por vocación.




De pequeña, me moría por llevar gafas. Intentaba engañar al oculista en cada revisión. Pero soy mala mintiendo y peor fingiendo. Fallé. Siempre. Así que me empecé a aficionar a las gafas de sol. Freud formularía una interesante teoría con esta fijación mía.



Grandes. De pasta. Metálicas. Más vintage que modernas. Negras. Marrones. Casi cualquiera valía. Y vale.


Hasta que la carrera universitaria me regaló lo que menos esperaba. Una miopía creciente que no me ha abandonado desde entonces. La excusa perfecta para explorar mi otro yo. Ya no era despistada. Era miope.



Ahora en la tele, en el programa "Te vas a enterar", en Cuatro (publicidad NO encubierta), forman parte de mi look, según me dicen. Soy una gafosa más en una redacción de miopes. Pero no os confundáis. Cada gafoso tenemos nuestro encanto.Porque gracias a las gafas os veo por la calle y reconozco vuestra caritas. Leo los subtítulos de las series en versión original. Descifro cuándo un capítulo transcurre en Montana o en Massachussets. Pero sobre todo, solo con las gafas, soy más yo.