Apothic Wines
Apothic Crush 2014
Petit Sirah – Pinot Noir
14,5% Grad. Alc.
California, Estados Unidos.
Tercera variedad que probamos de las cinco que ofrece la bodega Apothic Wines, y hoy no hubo acuerdo. Mientras a Cris le fascinó, a mí simplemente no me agradó. Yo bebí una copa y media, a ella le quedó corta el resto de la botella. Ésta presentación denominada Crush es, según la bodega, una edición limitada (aunque vemos botellas en cantidades industriales por aquí), y ya que las experiencias anteriores con sus dos hermanos fueron óptimas pues el traerla a casa era cuestión de tiempo solamente.
De un intenso color granate, con reflejos púrpuras, denota una corpulencia mediana, forma lágrimas medianas pero muy intensas.
Aroma a frutos rojos, cerezas, frambuesas, también algo de moka, y un toque especiado.
De corpulencia mediana, frutas rojas, goloso, dulzón, una muy ligera sensación de especiado. De final largo, con retrogusto a chocolate.
Adquirido en BC Liquor Store de Burnaby a CA$ 14, tiene una buena (para Cris excelente) rpc. Su propuesta es lo intenso, y, toda esa intensidad para mí desborda, aquel dulzor a mí me empalaga, a ella esto le suena a herejía. No lo disfruto. Ya Cris lo saborea y saborea y hasta le brillan los ojos. Lo elegimos para acompañar nuestra noche de pizza: mitad 4 quesos, mitad pepperoni. No sé si era lo ideal, aunque esto no mermó en lo absoluto para Cris. Ella dice que no se presenta alcohólico, yo le siento un poco. Sabroso, me dice, mientras pienso qué bueno que lo esté disfrutando. Yo no me volvería a hacer con otra botella de esta variedad, ya ella compraría un par más. Lo importante es que estamos juntos.
La que dejamos a continuación es la tercera canción de su segundo álbum llamado "Falta Amor" de 1990 de los mexicanos de Maná. Yo recuerdo que es la primera canción de ellos que escuché hace mucho, por los inicios de los años 90's. Ella conoció el grupo a finales de esa misma década y siempre lleva sus temas consigo. Yo ya fui a un concierto de ellos en Lima. Sé que a ella le encantaría ir a uno, y, aunque ya estuvieron por Brasil, nunca fueron por Curitiba. Cuando nos conocimos, en el 2008, ella me hablaba de ellos, yo le decía que tenía sus cd's. Sonaban bastante en el carro cuando manejábamos hasta Florianópolis. No nos podemos quejar nos trae buenos recuerdos. Quién sabe, algún día estaremos en la misma ciudad y podré ir con Cris a un concierto de ellos.