Revista Política

Apoyando a una visión pragmática y más realista del manifiesto “Socialismo es libertad”

Publicado el 17 noviembre 2013 por Trinitro @trinitro

neokeynesianismo Antes de que salten las alarmas, sigo siendo socialdemócrata. Mi modelo es la socialdemocracia de Suecia o Dinamarca. Tampoco creo que el PSOE esté demasiado escorado “a la izquierda”. El problema del PSOE no es ser “muy de izquierdas” sino no tener un proyecto socialdemócrata, no ser creíble y tener un discurso incoherente entre la práctica política pragmática de los últimos años y lo que dice defender hoy.

Tampoco creo que los social-liberales tengan razón, creo en cambio que de la dialéctica entre la socialdemocracia clásica y la “política basada en la evidencia” (en mi caso académica pero también pragmática) saldrá la mejor propuesta política que es necesaria para el centro izquierda.

Por otro lado respeto a los compañeros que se sienten púramente socialistas, de tendencias marxistas o post-keynesianas, no tengo ningún reparo en compartir dialéctica con ellos y construir un proyecto conjunto.

En cambio sí que temo que la dialéctica política del PSOE se ha “izquierdizado”, ha profundizado en eso que denomino como troskoliberalismo. El problema de este giro no es que sus propuestas sean más “izquierdistas” y punto. Es que creo que comete tres errores profundos:

- Presupone que el electorado que ha abandonado al PSOE es el más izquierdista y esto no es así, es de hecho el más “centrista”. La campaña de Rubalcaba competía con IU por la izquierda y el nuevo giro dialéctio espantará al votante centroizquierdista. Es una dialéctica más pensada para el consumidor interno (el militante) que para el votante.

- Reniega de los últimos años de Zapatero, en el ámbito “nacional” del apoyo al Estatut de Catalunya, pero en el ámbito económico a la política de recortes de los últimos dos años. Hay que recordar que algunos de estos recortes, como el de las pensiones, fue pactado con los agentes sociales y que se estuvo a punto de pactar la reforma de la negociación colectiva, una empresa importante. Zapatero afrontó posiblemente dos de los años más complicados para cualquier Presidente, debido sobretodo porqué aplicó el manual de lo que era razonable aplicar desde el centroizquierda, los dos años antes, y en parte algunas medidas liberales como “bajar impuestos es de izquierdas”. Renegar de los dos años siguientes donde la socialdemocracia española intentó ensayar algunas reformas, algunas nefastas como la reforma laboral, pero otras algo más exitosas como la de las pensiones, y asumir que no hicimos nada bien es renegar de tu capacidad de transformar la sociedad. Gobernar con superávits fiscales debidos a burbujas es fácil, lo difícil es hacerlo con todo en contra. Para el votante centroizquierdista es poco creíble que reneguemos de todo eso y nos disfracemos de los troskos del lugar.

- Un partido de gobierno ha de hacer propuestas que sean viables en la situación de gobierno. Entiendo que se tenga una cierta tendencia a cazar unicornios en la oposición pero ante una realidad tan tangible donde la gente llega a acuerdos chungos para salvar su puesto de trabajo, se congelan salarios para poder salvar empresas, y donde la gente ya ha visto las orejas al lobo, prometer la utopía socialista es poco creíble. Pasar por la izquierda en propuestas salariales a los sindicatos cuando estos están reconociendo la necesidad del pacto de rentas es algo poco explicable, y poco positivo para un partido de centroizquierda. Para eso ya está Izquierda Unida y lo hace mejor que nosotros. De hecho lo que más me inquieta es que seguramente el diputado más socialdemócrata (seguramente por su trayectoria sindical) está entre las filas de la ICV y no del PSOE.

Por ello anuncio que voy a echar un cable a los que han creado el proyecto “Socialismo es libertad”, de un sector social-liberal del PSOE. Aquí está su manifiesto, en el que espero poder hacer algunos cambios en la parte laboral.

Contrato indefinido único con opciones de contrato temporal definida.

Por ejemplo hay cierta obsesión con una versión de Contrato Único dura, sin opciones a firmar contratos temporales cuando hay mejores “second best”, o hay versiones de contrato indefinido único y temporales definidos sólo para aquellas actividades concretas que son temporales. El objetivo no es luchar contra una legislación laboral sino evitar la dualidad y esta puede adoptar formas de temporalidad, de jornadas parciales no deseadas, de falsos autónomos o de dobles escalas salariales. El mismo problema de irrealizabilidad de las propuestas del socialismo troskoliberal debería ser el tamiz con el que observamos las propuestas que hagamos alternativas y la de contrato único “duro” tiene serios problemas de viabilidad práctica política.

Sobre los convenios

La petición de que el convenio de empresa prevalezca sobre el de sector es una petición de esas absurdas. YA se produce. El convenio de empresa tiene prioridad sobre el de sector en diversos apartados, entre otros los de horario y retribuciones. Pedir lo que ya existe es un poco absurdo, y viene heredado de un análisis economicista de FEDEA en el que se nota que no tienen expertos en derecho laboral y carecen de gente con experiencia en negociación colectiva o conflictos laborales. El gran problema de la negociación colectiva de hecho no está en las empresas medias y grandes donde pueden negociar sus propias condiciones sino en la pequeña y mediana empresa, donde el convenio del sector ha de poder ser puesto en suspensión en caso de crisis pero siempre con supervisión de la parte social. La propuesta de la ANC 2012-14 para ello era buena, mejor que la de la reforma laboral 2012 que deja este descuelgue de convenio en manos unilateral del empresario.

Por otro lado es absurdo pedir que los convenios sean sólo de ámbito estatal, la negociación colectiva es más eficiente cuanto más cerca esté de la realidad negociadora, y el ámbito provincial es lo suficiente próximo para conocer la realidad de las empresas del sector. Los convenios estatales o autonómicos existen como fracaso básico de la negociación a nivel de provincia. Con unos niveles tan discrepantes de ingresos y PIB por cápita y productividad en los mismos sectores y CCAA y provincias es un poco absurdo establecer como suelo salarial para el sector energético de Tarragona los mismos criterios que para Almería o Badajoz. Los mercados laborales más eficientes de Europa como Dinamarca o Suecia trabajan con dimensiones equivalentes a una CCAA, creer que el mismo criterio que se aplica a Bélgica iría bien a España sin tener en cuenta la dimensión o la dispersión salarial se del género cazaunicornios. Otro problema de carecer de alguien con experiencia en este ámbito y no sólo una lectura académica de lo publicado.

Hay algunos aspectos del ámbito laboral donde no se entra y creo que es clave, los sindicatos están dispuestos a ello y es definir la financiación sindical para sacar la pequeña parte (30%) que reciben por vía pública de la arbitrariedad política. Un modelo como el alemán de “pagas por tener convenio” y que objetiviza el trabajo sindical es posiblemente mejor.

En definitiva, más allá de los tres temas gordos que comento, el manifiesto es bastante aceptable y como mínimo una buena compensación al giro dialéctico troskoliberal del PSOE. Por eso, en la medida que me dejen colaboraré con la gente de Socialismo es Libertad.


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