Tras las elecciones catalanas, la prensa se volcaba en el mensaje “evidente” de que Artur Mas se había equivocado. Mucho más sutil en el análisis estaba Hugo Martínez Abarca en un texto que publicaba en su blog “Quien mucho abarca”, donde decía entre otras cosas “que el problema de Mas no haya sido el discurso sino que nadie se haya creído su súbita conversión en el Moisés catalán tras haber sido, como presidente, un vulgar Rajoy de Sant Jaume. No hay forma de saber qué resultados habría tenido CiU si en vez de agarrarse a la bandera hubiera intentado defender los recortes antisociales y las palizas policiales: ni las encuestas nos sirven para ello dado que ninguna acertó, ni de lejos, la costalada que se iba a pegar Mas“ [completo en http://blogs.tercerainformacion.es/iiirepublica/2012/11/26/y-si-mas-si-leyo-bien-la-jugada/].
¿Y quién tiene ahora la papeleta más difícil? ¿Cómo puede aceptar ERC un “trágala” de 4000 millones de euros de recortes bruselianos a cambio del referéndum? ¿Y no aprovechar el momento para ese referéndum, en qué posición la deja ante buena parte del electorado más preocupada por la cuestión identitaria que por la económica y tras el significado profundo de la última diada?
Parece ser que Mas ha sido más listo que los periodistas que le analizan. CiU cayó bruscamente en los votos obtenidos (como era previsible tras haber manejado durante la última legislatura las tijeras XXL), pero evitó que se hablase de su gestión económica y social durante las elecciones. Como se preguntaba Hugo: “¿qué resultado habría sacado CiU si no hubiera hecho una campaña en torno a la independencia sino defendiendo seguir igual, recortando y pegando, apoyándose en el PP y apoyando al PP, siguiendo de guardián del 78…?“. Yo creo que está claro. Mas ha sido el más listo de la clase…
Y Duran i Lleida lo confirma. Ya han pasado las elecciones, y ya no hay prisa para el referéndum. Ahora lo importante es el “día a día”, esto es, tirar balones fuera y cargar las culpas al resto. Según Duran, “da la sensación de que ERC no quiere saber nada de un Gobierno estable o de un apoyo parlamentario estable“. Junto a ello, decidir sobre la consulta no es ahora prioritario: “la consulta puede hacerse dentro de uno, dos, tres, cuatro años pero pasado mañana hay que tomar decisiones en el Gobierno. Lo que necesitamos sobre todo es el día a día” [http://www.abc.es/videos-espana/20121127/duran-lleida-considera-consulta-1993028147001.html].
¿Alguien había pensado otra cosa? No hay más que ver los editoriales y análisis de estos días…