Y es que esta semana Wall Street Journal informaba que Google habría estando monitorizando a los usuarios del navegador de Apple, Safari. Éstó habría permitido posteriormente enviar publicidad de Google a los usuarios de Safari en función de sus hábitos de navegación.
Google se ha defendido argumentando que todo ésto lo habría hecho con el con sentimiento de los
usuarios de Safari. Pero el caso es que según nos cuento el diario estadounidense, Google habría usado códigos de programación para seguir la navegación de no miles sino hasta millones de usuarios de Safari. Lo que parece complicado que hubiera sido bajo su consentimiento. Además Google casi vendría casi a admitir su culpa cuando admite que esta ya poniendo fin ya a éstas prácticas.
No es la primera acusación como decimos de prácticas ilegales o al menos censurables por parte de Google, cutos directivos y estrategas están empeñados por obtener mejores resultados de cualquier forma.
Tendrá que tener cuidado con éste tipo de denuncias pues sus actividades están siendo seguidas muy de cerca por la Comisión Antimonopolio del Senado estadounidense, que aunque en éste caso la denuncia no sería de su competencia, puede activar los ánimos del los senadores y dictar una reprimenda a Google, que ha contado éste año ya con diversas acusaciones de prácticas abusivas por posición dominante por parte de Twitter y sobre otros asuntos por parte de Microsoft. http://feeds.feedburner.com/NovedadesDeInternetEmpresasYRedesSociales